Karamatsu había aprovechado para recostarse en el sofá, creyendo que estaba solo.
Aún con los lentes de Sol puestos, trató de dormir. . Algo de oscuridad le daban en pleno día.
Aunque claro, No tardó en abrirse la puerta con gran estruendo; Osomatsu había llegado y al parecer muy animado.
—¡KARAMATSU,OYE! Despierta,¡Gané en el Pachinko! —
Fue tal su grito que hizo al otro levantarse de un salto. Se quitó los lentes y así el otro le indicó que se acercara.
—Tienes que ayudarme a esconder esto,¡Vamos! Si lo haces, te daré el 5% de la ganancia. —Agregó el Mayor, llevándose el dedo indice bajo su nariz como solía hacer con una sonrisa cómplice .
Karamatsu se quedo atónito,¿En realidad era justo q. . No importaba. Le sonrió de igual forma y acomodó su cabello hacia atrás confiado.
—Humm, No te preocupes, Has venido con la persona indicada. —Y seguido le arrebató la bolsa con dinero para esconderla entre los cojines del sofá; así nadie podría encontrarlo ( o eso pensaba él).
—Oye, Oyeee. .¿No crees que es algo obvio? Se nota que está mas gordo que antes. Hasta Jyushimatsu podría encontrarlo. —Rodó los ojos; volviendo a recoger la bolsa, cosa que Kara evitó tomándola del otro extremo.
Así comenzó un forcejeo exagerado entre ambos.
Y que terminó con Osomatsu sobre Karamatsu.
. . .
—. . .¡A-AH, ES TUYA! —Gritó el menor, Soltándola de inmediato para cubrirse el rostro. ¿Por qué había reaccionado como un completo idiota? Joder, Todo era su culpa.
A Osomatsu le llamó la atención( por sobre el dinero) que el rostro de su hermano estuviera completamente rojo.
—. . PFFF,¿Karamatsu, Te avergonzaste? Ni que fuera una chica. — Comenzó a reír con ganas; sin bajarse todavía. Es más,¿Qué pasaría si tratara de "confundirlo"?
Acercó su rostro al ajeno, a escasos centímetros de sus labios y susurró. —¿Puedo besarte, Karamatsu-kun? —Imitando una voz de mujer( bastante mala, por cierto) trató de que le contestara.
No era la primera vez que Osomatsu hacía eso con él. . ¡Siempre, eran esas bromas! Todo era un juego para el mayor y eso le dolía .
Le dolía que no pudiera leer sus sentimientos. . Y que cada vez que hacía eso, algo dentro suyo le quemaba como nunca.
