El segundo hermano apenas tuvo tiempo de reaccionar; pronto se encontraba inmovilizado y con los ojos cerrados con fuerza excesiva.
—Ahm. . ¡O-Osomatsu, Detente! No. . Por . . Favor. —Pidió con toque suplicante.¿Por qué no estaba feliz a pesar de todo lo que había soñado con ese momento?el mencionado, Solo cuando sintió que el agarre del menor se iba haciendo mas tenue bajó una mano directamente a su abdomen por debajo de la ropa; estaba cálido y eso le encantaba.
Por otro lado, Karamatsu solo atinó a apoyarse de la espalda ajena con las piernas temblándole cual fideo.
—Hnm. . Ah. . —No podía negarse,¡Era imposible! Osomatsu tenía la habilidad de hacerlo caer en cuestión de segundos con solo una palabra, una mirada... una caricia, un beso.
Levantó una pierna para aferrarlo a su cuerpo y en eso el mayor aprovechó para cargarlo cual koala a su cuerpo, mientras, el otro se aferraba de su cintura con ambas piernas como un cinturón para evitar caerse en el intento.Sus dedos se enredaban entre los cabellos de Osomatsu, haciendo que el contacto se volviera un poco más íntimo. Pronto el primero se abrió la camisa e hizo lo mismo con su acompañante; intensificaban el contacto de sus pieles sudadas que, por cierto, se sentía fantástico a la vista de ambos.
Sus pelvis se tocaban de arriba hacia abajo con brusquedad. .
El azulado se sentía demasiado excitado y por el roce de los pantalones ajenos contra su cuerpo podría adivinar que el primogénito también.
Sonrió con ternura y acercó sus labios para unirnos con los ajenos.
Pero el otro solo los rechazó; rápido moviendo el rostro hacia otro lado.
En dos, tres oportunidades en donde Karamatsu quería creer que solo no se daba cuenta.
Finalmente subió sus manos para atraparlo y este otro solo. . Rechazó su afecto.