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Así es; Karamastu volvía a las pistas.
Llevaba saliendo día y noche, Volviendo a casa y otras veces simplemente dejando pasar un tiempo.

Esto, molestaba a Osomatsu por . .alguna extraña razón que no comprendía. O así quería denominarlo.
Esa tarde, Mamá había preparado un banquete para la cena. .
Toda la familia junta. Tuvieron que esperar tiempo extra en lo que Todomatsu iba a lavarse las manos ( por segunda vez) y eso llevó a furtivas miradas de Oso hacia el menor. Se le veía feliz; Su cabello había recuperado ese brillo. . Su sonrísa era más grande que nunca y hasta juraría que su voz se hizo mas melódica y menos irritante.

Eso le molestaba, ¿Y qué mierda importaba confesarlo para si mismo? Estaba celoso.
Estaba celoso de no ser él quien lo tuviera de ese modo.
Estaba celoso de no tenerlo, de no abrazarlo.
Celoso de todo lo que otro chico si había sido capaz de hacer por él.
Por que vamos, en el fondo su hermano era un buen chico. . Y bastante atractivo. Entonces,¿Por que carajo no aprovechó la oportunidad de dejar de valer asco en el amor?

Karamatsu se excusó un segundo para ir a la cocina por unos vasos cuando en realidad deseaba robar un poco de postre antes de tiempo.
En eso, Osomatsu se levantó sin dar explicación alguna y fue detrás suyo.

No es como si a los otros les importara, estaban inmersos en la comida.
Osomatsu lo miró de espaldas. Estaba tarareando una canción y eso de por si le pareció adorable.

Carraspeó, llamando su atención.

—Karamatsu. —

—¿Hum? —Apenas si lo escuchaba, seguía en su Mundo. Y sí, no guardaba rencores. . Al menos no desde que comenzó a salir con este otro chico.

—¿Eres feliz?. . ¿Él te hace feliz? —

Kara Sintió como si le acabaran de propinar un golpe en el vientre. . Del Mismo lugar donde surgía el Nudo de la garganta más tarde.
Se volteó para mirarlo, desconcertado, apenado, cansado.
—¿Con qué derecho me preguntas eso?,¿Acaso ahora te importo un poco? —

Oso negó con la cabeza, Desviando la mirada hacia abajo.
—Yo. . Estaba ciego. —Murmuró. —No sabía lo mucho que valías hasta que te perdí. —

—No sé que quieres que te diga, en serio, tú. . Solo me hiciste sentir como una escoria,¿Y ahora ésto? Por favor, aléjate de mí,¿Sí? Esta conversación jamás existió. —

—El problema es que si existe.

—¡Cállate, Por favor! No quiero escucharte. . Me haces mal,¿No entiendes? No quiero verte, escucharte, no quiero saber nada de ti. —Su voz se volvió quebradiza. Tragó saliva, pasandose el antebrazo por los ojos para borrad cualquier rastro de lágrimas.

—Karamatsu, Por favor. . —

—Te lo ruego, déjame tranquilo. . —Susurró lo último, sacudiendo su cabeza y fingiendo una sonrisa para volver a la mesa.
Ahí dejó a Oso.
Con el corazón entre las manos. .

Y una extraña incertidumbre de que haría a continuación.

New Rules • OsoKaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora