DANGER SEX [+18]

Capítulo 14 ["Al menos... ¿Recuerdas mi cumpleaños?".]

Yoon Gi la sintió extraña a través de la llamada. Presionó el acelerador reprimiendo una maldición cuando comenzó a caer en la frustración. ¿Qué habría pasado con ella?.

Al poco rato arribó a la casa, rodeando la misma, siendo tan preciso en su presentimiento y encontrándola de espalda sobre la vieja banca, con la mirada perdida, completamente absorta en sus pensamientos. Ahora él estaba curioso de saber que estaría pasando por su cabeza.

—Ahora si. —habló llamando su atención mientras la levantaba a la fuerza.— Me vas a explicar que es todo.. —su mirada parecía marchita cuando la miró a la cara, sus ojeras ligeramente hinchadas, sus ojos humedecidos y oscuros apuntando en su dirección como si estuviera dolida.— ¿Por qué estas así?.

—Eso no te interesa en lo más mínimo. —agitó su brazo escapando de su agarre, pero él no tardó en reaccionar y la sostuvo por ambos codos, presionándola una ves mas contra su cuerpo.— ¡Suéltame!.

—Te preguntaré una vez más. —aclaró a regañadientes.— ¿Por qué joder estas así?.

—¡Te dije que no te incumbe!. —gritó, tratando de alejarse pero ni por un segundo él lo permitió.— A ti no te va a importar de todos modos.

—¿Cómo sabes que no lo hará?.

___________________ iba a hablar, pero cerró los labios de nuevo en cuanto notó una casi invisible marca rojiza en su cuello, y un poco de labial marcado en el borde de su polera.

Seguramente de ella...

Pensó.

—Parece que te divertiste. —le contestó en reproche.

Yoon Gi frunció el ceño sin entender de que hablaba, hasta que ella estiró la zona con el labial lejos de su cuello, a una altura que él pudiera ver lo mismo que ella.

—Tienes razón. —siseó.— Heartbreaker te lo ganaste, incluso con méritos.

Le dio la espalda, dejándolo inclusive aun mas frustrado que antes. No se había fijado en aquella mancha. Fue un error. Acostarse con Krystal solo fue debilidad por recordar momentos pasados, además de que necesitaba obtener datos novedosos acerca de Namjoon. No quería que ella se enterara, nunca quiso que ella fuera testigo de su faceta de mujeriego. ¿Cómo cambiar su mentalidad? ¿Cómo volver a hacerla creer en que solo está encapsulado por ella? Por ella y nadie más.

La siguió, entrando detrás de ella cuando cruzó la puerta hecha una furia. La detuvo. Ella le dirigió una mirada filosa pero él la combatió con incluso mas intensidad. Aun habían partes que él no entendía.

—¿Por qué eso te importa? ¿Acaso estás molesta porque me metí en otras piernas que no fueron las tuyas?. ¡Quiero saber por qué mi perra está tirando mierda en mi cara!.

Mierda.

Se reprendió internamente. No quería insultarla, pero su enojo estaba sobrepasándolo al tenerlo abrumado con el misterio de su ataque en contra de su sobrenombre. ¿Por qué hasta ahora ella sacaba a relucir ese tema?.

—¡Porque esta perra esta cansada de ti! ¡No soy un jugador en la banca esperando a que me den la señal para jugar!. —se soltó de su agarre pero no retrocedió. Iba a terminar esta discusión, si o si.— ¿Disfrutaste de tu hora de buen sexo? ¿Eso quiere decir que ahora has encontrado algo mejor y por fin me dejarás en paz? ¡Dime ahora tu! ¡¿Por qué yo sigo aquí si vas tener tu maldita vida de mujeriego?!.

—Que yo sepa tu y yo no estamos en una relación para que me cuestiones de esa forma.

—¡EXACTO! ¡NO TENGO DERECHO SOBRE TI, NI TU SOBRE MI!. —expulsó las palabras fuera de su boca cargadas con todo su dolor y se tambaleó en su lugar al sentirse mareada por el intenso confrontamiento.— Mi punto es, que yo me iré lo antes posible de aquí. Y tu podrás traer a tu próxima víctima para complacer tus malditos caprichos.