Epílogo

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Era tan duro sobrellevar los días, tan difícil de lidiar con la notable ausencia de su existencia en casa, tan complejo como guardar el secreto de que a tan solo tres días después de su encierro, ella había descubierto que un pequeño ser estaba yendo en ascenso dentro de su vientre.

Fue hermoso el deseo de sentirlo en sus brazos, y tan amargo el sabor de caer en cuenta que aquel niño estaba creciendo sin la presencia de un padre. Hombre que durante todos estos años, jamás le había permitido ir a visitarle, yéndose así la oportunidad de confesarle que fuera de aquel sombrío lugar, ella y un ser digno de su amor, había estado creciendo con esfuerzo.

Jimin miró por décima vez en el día a ________________ con cierta preocupación. Mañana, el día en que por fin Yoon Gi iba a ser liberado estaba transformando la cordura de la chica en un mar de nervios. Estaba curiosa por saber la reacción de Yoon Gi al conocer al, ahora adolescente, Suga.

—Linda, no ganas nada con preocuparte así. Yo sé que Min será capaz de afrontarlo, y su hijo es tan fuerte como él. Ambos van a conocerse y con el tiempo las cosas se asentaran como debería ser.

—No puedo Jimin... Suga... Ha estado todo el día deprimido... —sonrió con poco ánimo tras recordar que aquella mañana su hijo se había marchado a la escuela con una horrible mueca dibujada en sus labios. Él lo sabía, él entendía que el día de mañana era una fecha que no se podía evitar. Que tarde o temprano ese encuentro incómodo tenía que suceder.— Mi hijo está nervioso... Tiene miedo.

—Lo entiendo, pero él debe aprender a crecer con o sin dificultades. Él tiene que ver la cara de su padre, y Yoon Gi tiene derecho a ver por fin a su hijo que hasta el día de mañana, no sabría de su existencia.

—Yo no iré. —habló de repente, sorprendiendo a Jimin con su proposición.— Quiero que Suga conozca a su padre sin mi presencia interrumpiéndolos, además, no puedo perdonarle que haya evadido mis visitas durante diez años. ¡Diez años Jimin!.

—Él no quería que le vieras tan miserable. Estaba luchando ___________________, él en verdad estaba pasándola mal sin verte. Todos los días me recordaba cuanto le afectaba el no poder tenerte. No seas tan inflexible.

—¿Acaso yo no estaba sufriendo también?. —sus ojos se aguaron y sus labios temblaron levemente por el dolor.— Quería verlo Jimin... Quería por lo menos admirar su rostro a través de un maldito cristal, sólo para guardar su imagen y no parecer que cada día su silueta se borraba de mi mente. Me asustaba el hecho de que no pudiera sentirle más... Que su amor fuera desapareciendo hasta terminar siendo para él un recuerdo muy lejano... Él me olvidó, estoy segura.

—No lo hizo. Yo he estado visitándole constantemente y como ya te lo he dicho, él te recuerda, te extraña como un loco. Estoy confiado en que mañana al no verte recibirlo enloquecerá y vendrá por ti sin pensárselo dos veces.

—Ya no sé que creer. Sólo espero que no lastime a mi hijo, o de lo contrario yo lo haré sufrir de la peor forma.

Le dio la espalda para entrar a la cocina, pero Jimin no iba a cortar la conversación allí. Tenía que plantearle, no, DEBÍA convencerle de que Yoon Gi jamás fue capaz de olvidarla. Que su limitación al reclusorio solo era una muestra de que su opinión le afectaba, y que su sufrimiento al verla llorar lo convertía en alguien vulnerable lleno de impotencia. Impotencia de no poder estar del mismo lado que ella para estrecharla en sus brazos y consolarla.

—Lo llevaré conmigo mañana. —aseguró a su espalda, pero __________________ solo asintió desde su sitio sin pronunciar palabra.— Y tu irás también.

—No lo haré. —afirmó sin dirigirle la mirada. No estaba a discusión, ella no iba a ver su cara de nuevo. Aun no estaba lista, inclusive si habían pasado diez años, no estaba preparada.

DANGER SEX [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora