Capítulo catorce

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Se despertó animado a la mañana siguiente, sintiéndose mucho mejor. A pesar de que se habían quedado despiertos hasta tarde, por fin había dormido bien después de varios días. 

Todos sus amigos estaban dormidos en el suelo, alrededor de la cama, a excepción de Millie, con quien había compartido. La mayoría había dormido junto a alguien para que todos pudieran tener un espacio y al final, Sadie había logrado obtener uno para ella sola que se negó a compartir, alegando que era demasiado inquieta por las noches.

Noah se levantó con cuidado y decidió bajar para preparar algo de desayuno. Invitó en un susurro a su hermana a unirse y ayudarle, aprovechando que la misma iba saliendo del baño.
Al principio creyó que era bastante temprano, hasta que divisó la hora en uno de los grandes relojes que adornaban la casa.

Se sumergieron en el quehacer y pronto fueron interrumpidos por pasos en la escalera.

⸺ Buen día.

Mencionó una de las chicas, con una media sonrisa. Aún se notaba adormecida.

Los gemelos le devolvieron el saludo y aceptaron la ayuda cuando ella se ofreció para que terminaran más rápido el desayuno. Tenían que preparar varias porciones.

Se pasaron el rato entre bromas y risas que no llegaban a elevar demasiado su tono, amortiguadas para no llegar a despertar a todos los que aún dormían arriba. Cuando estaban por terminar en la cocina, se escucharon nuevos pasos bajando por los escalones. 

⸺ Buen día, niños.

Musitó la pareja de Finn, mientras bajaban juntos. Sadie venía con ellos, unos escalones atrás.

⸺ Buen día. Por cierto, eres mayor por un año o un poco más, ¿tienes que decirnos así siempre?

Ella se alzó de hombros y sonrió luego.

⸺ No te pongas así, es con cariño, niño.

Que volviera a agregar el apodo al final, hizo reír a Noah.

⸺ ¿Hay comida? 

Preguntó Finn de repente, totalmente ajeno a la conversación que mantenían y ocupando un lugar en la mesa. Sus ojos parecían a punto de cerrarse.

⸺ Justo estábamos terminando de servir. Deberíamos ir a despertar al resto.

Aclaró el menor, poniendo un plato de comida frente a su mejor amigo. Este abrió los ojos en grande y una media sonrisa se dibujó en sus labios al tiempo que agradecía. Parecía un pequeño niño con un dulce, comenzando a comer de inmediato, sin estar dispuesto a esperar por los demás.
Todos rieron ante su actitud.

⸺ Buen día, estrellitas.

La voz de Millie se hizo presente por las escaleras y sin mucha demora, el resto se unió a ella, bajando en dirección de la cocina.

⸺ Que olor tan agradable, ¿ya prepararon el desayuno?

Preguntó Gaten, que apenas iba llegando, casi siendo interrumpido por un bostezo.

Todos tomaron asiento y comenzaron a comer, junto a una tranquila plática.

⸺ Es una pena que no todos pudieran venir esta vez, pero oigan, deberíamos aprovechar el tiempo y hacer algo hoy. No sé cuándo estaré libre de nuevo.

Uno que otro se negó, argumentando que debían volver a casa esa misma mañana. Otros se apuntaron de inmediato al plan.

⸺ ¿Qué tienes en mente, Millie?

⸺ Podemos ir al centro, dar una vuelta. Hay varios puestos y en algo podríamos entretenernos.

⸺ Me parece bien.

Y al resto también le parecía, logrando que Millie sonriera en grande ante la aceptación de su idea. La salida se organizó en lo que quedaba del desayuno.

Se lo pasaron en entretenidas conversaciones, apenas siendo interrumpidos por la madre de Noah cuando llegó de correr y los saludó. Ella les dio su permiso para salir, con la condición de que irían todos los integrantes de la familia Schnapp y que los menores se quedarían cerca por si acaso.

Estuvieron de acuerdo, todo con tal de seguir pasando el rato juntos.

Noah tenía el día libre, o al menos era lo que dictaba su horario. Las cosas podían cambiar de un momento a otro, pero mientras no fuera así, iba a gozar el momento al lado de sus amistades.

(...)

El camino al centro comercial podía resumirse en una sola cosa: caos.
El espacio en el auto era reducido, pero habían logrado llegar sin mayor problema. Por suerte, el número de acompañantes a la salida se había reducido considerablemente.

Noah sintió que al fin podía respirar correctamente en cuanto bajó del automóvil. Podía escuchar a sus amigos discutir todavía, eso lo hizo reír.

Los observó un momento y entonces cayó en otro detalle.

Todos se veían casuales, a excepción de Millie que se había puesto lentes oscuros para pasar "desapercibida", según sus propias palabras. No era demasiado posible, la chica siempre lograba llamar la atención con sus brillantes atuendos, bien arreglado cabello y maquillaje. Sin embargo, nadie dijo nada ante sus innecesarios accesorios.

El joven suspiró cuando sus padres se despidieron, avisando que estarían almorzando en cierto local, por si algo se les ofrecía más adelante.

Había mucha gente en el edificio, pero le venía bien la distracción. Estaba con sus amigos, todo iría mejorando.

⸺ Entonces, ¿qué haremos primero?

Nadie sabia, pero su tarde de aventuras apenas iba comenzando.

She ⸻ 𝖭𝗈𝖺𝗁 𝖲𝖼𝗁𝗇𝖺𝗉𝗉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora