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Capítulo diez

Noah se lo pensó mucho, decidiendo mostrarle los mensajes a su mejor amiga para ponerla al tanto y que ella lo hiciera con los demás, le avergonzaba tener que explicarlo con sus propias palabras y aún estaba nervioso por la situación.

⸺ Definitivamente es una cita.

Declaró alguien en el círculo, teniendo apoyo de algunos más. Schnapp se negó ante la posibilidad.

⸺ ¿Leyeron bien los mensajes? No es una cita, no seremos los únicos. Lo dice claro en el segundo mensaje.

Otra de las chicas resopló, dándose el tiempo de explicar, como si sus siguientes palabras fueran lo más obvio del mundo.

⸺ Una chica discreta haría eso, más si desea llevar las cosas con calma. Te invitaría a su casa junto con los "demás", pero realmente no invitaría a nadie y luego pondría la excusa de que cancelaron. No tienes que enterarte y ganan su tiempo a solas.

A Noah le sorprendió que todas le dieran la razón. En realidad, sonaba bastante creíble, pero tenía un presentimiento bastante contrario a lo que intentaban poner en su cabeza. No le gustaba ser tan negativo, pero le era imposible quitar esos pensamientos y mandarlos lejos. Tarde o temprano, volvían a surgir.

⸺ ¿Ustedes la han aplicado o saben que es así porqué recién hicieron un ritual en el misterioso círculo que formaron hace poco?

Las chicas solo rieron y se decidieron por comer, antes de que todo en la bandeja desapareciera.

La noche pasó así, entre bromas, risas, nuevos temas de conversación y alguna que otra de las parejas presentes comiendo frente a los pobres.

A pesar de todas las dudas que constantemente aparecían en su mente y de sus varios arrepentimientos, Noah estaba muy feliz de tener ese círculo de amigos y de haber decidido confiar abiertamente en ellos. Unos eran más cercanos a él que otros, pero le habían demostrado lealtad y cariño por igual.

⸺ Hay que volver a reunirnos pronto, hace mucho no te veía, señor ocupado.

Mencionó una de sus amigas al despedirse y así, fueron abandonando su hogar. Los últimos le habían ayudado a recoger y para cuando todos se fueron, se encargó de terminar la limpieza. Sí, otra vez el aseo.

Terminó agotado, arrastrando los pies para subir las escaleras. Al llegar a la puerta de su habitación, notó el silencio en el segundo piso. Vio la hora en su móvil, pasaban de las once, aún era temprano pero todos estaban preparados para dormir o durmiendo ya en el mejor de los casos.

Entró en su cuarto para ponerse la pijama, usar el baño, completar su aseo personal y escuchar algo de música con sus audífonos para lograr relajarse antes de dormir. Volvió al primer piso por un vaso con agua y apagó todas las luces. Las puertas y ventanas estaban bien aseguradas. Habiéndose fijado en eso, volvió sobre sus pasos y se encerró en su habitación. Su cama lo llamaba y pronto ya había tomado lugar en la misma, acomodándose y cubriéndose con las mantas.

Sin embargo, en su mente no había tanta tranquilidad. Se reproducían las escenas de lo vivido a lo largo del día, las palabras de sus amigas todavía las escuchaba con claridad y especialmente, _______ aparecía en su cabeza cada vez que cerraba los ojos.

¿Una cita con ella? Era todo lo que deseaba.