Capítulo trece

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Luego del agradable momento que había tenido junto a su madre, Noah subió a su habitación para "dormir" un poco. Esa noche y las siguientes, apenas pudo conciliar el sueño. Su mente lo atormentaba con recuerdos y las lágrimas terminaban por inundar su rostro en ocasiones. Otras veces lograba calmarse a tiempo y se sentía orgulloso de no volver a derramar lágrimas por ella. Su apetito comenzaba a desaparecer y se había mantenido aislado. Solo respondía a los mensajes de trabajo y cuando tenía que asistir, apenas interactuaba con sus compañeros. Había excusado estar enfermo para que nadie sospechara sobre su terrible estado físico.

Los días pasaron y en cuanto tuvo algo de tiempo libre, tomó su teléfono y buscó el contacto de su mejor amiga para realizar una video llamada. Esperó por unos segundos que se le hicieron eternos y suspiró aliviado cuando ella atendió.

⸺ Querido, ¿qué tal todo?

Mencionó ella, se le podía ver luciendo su pijama y acomodada sobre su cama. Sin embargo, no parecía haber estado dormida con anterioridad. Aún así, Noah se disculpó por la hora. Él también estaba en su cama todavía, llevaba unas horas despierto y no había podido volver a dormir.

⸺ Han sucedido tantas cosas, Millie. Necesito que vengas, quiero hablarlo en persona, puedes traer a los chicos si quieres, ¿es posible?

Ella pareció pensativa y aseguró que haría todo a su alcance por conseguir a todos lo antes posible. No hablaron demasiado esa mañana, pronto se despidieron para poder comenzar sus agitados días. Ya tendrían tiempo para tocar el tema cuando se vieran y a Noah no le apetecía terminar llorando en plena llamada.

Tenía que ser fuerte.

El resto de la mañana pasó tranquila, Noah ayudó con los deberes de la casa y luego partió al trabajo. Calvert lo saludó desde la distancia y él apenas pudo responder con un gesto de su mano. Todavía le dolía verla, a su mente inmediatamente llegaban las imágenes de la trágica noche. Y aunque las cosas fueran así, no podía alejarla. Otra parte de él seguía anhelando mantenerla todo lo cerca que le fuera posible y su amistad es algo que deseaba conservar.

Los días siguientes fueron más tranquilos. Dejó de llorar y se recuperó ligeramente. Ayudaba que su madre hablara casi a diario con él para fijarse en su estado y darle palabras de ánimo. Necesitaba ver las cosas desde otra perspectiva y ser feliz si la chica que le gustaba era feliz en su relación.

Sus amigos le dieron una fecha de reunión y en una de esas tardes, varios de ellos se encontraban en su habitación junto a él. No habían podido llegar todos los de la otra vez, pero la mayoría era suficiente. Estaban los más cercanos a su persona y eso le brindó alivio. Noah se sentó en la cama junto a Millie y se abrazó a ella, quien le dio suaves caricias al cabello del más joven.

⸺ Cuéntanos, ¿qué ocurrió, cielito?

Preguntó ella y Finn se animó a preguntar de vuelta cuando notó que Noah no tenía la intención de romper el silencio que se había creado.

⸺ ¿Qué sucedió, hermano?

Schnapp respiró profundo. No era lo mismo hablarlo con su progenitora que ya estaba al tanto de todo, que tener que comenzar la historia de cero. Justo desde el momento que tanto le había dolido.

Ella tiene novio.

Fue un susurro apenas, mientras reunía la valentía para aumentar el tono y dejar salir aquellas sencillas palabras que le lastimaban.

⸺ ¿Qué?

El cuestionamiento salió al unísono por parte de los demás en la habitación, pues ninguno había alcanzado a escuchar lo que había dicho.

Ella tiene novio, _______ tiene novio. Estuvo con nosotros en la reunión de la otra vez.

Nadie supo cómo reaccionar, hasta que Wolfhard se levantó para abrazar al chico. Las chicas lo imitaron y emitieron una disculpa por haberlo empujado a dar el paso con ella. Noah no estaba molesto, sabía que sus amigas habían tenido la mejor de las intenciones al hacerlo.

⸺ Hagamos una pijamada para levantarle el ánimo a Noah, ¿quién se apunta?

Propusieron y Millie se apuntó de inmediato. Fue ella misma quien se encargó de pedirle el permiso a los señores Schnapp, algunos otros se encargaron de llamar a sus padres y Sadie, ya con permiso obtenido, se aseguró de ayudar a Noah a acomodar la habitación.

La madre de Noah les preparó algo para comer y así pasaron el resto de la tarde jugando, haciendo retos, escuchando música y conversando de variados temas. Incluso habían maquillado a los chicos, usándolos de sujetos de prueba, para luego tomarse fotos todos juntos. Su plan funcionó para que el menor se olvidara de todo y él mismo estaba seguro de que no había reído así desde hace un tiempo ya.

La tarde se pasó volando y ntes de irse a dormir, estaban todos reunidos en el suelo, viendo la televisión. Un filme de terror se reproducía en la pantalla. Todos estaban concentrados, algunos saltaban en ciertas escenas y se escuchaban leves chillidos aterrados. Otros se reían de las reacciones de los más susceptibles, que por momentos ni se dignaban a ver la pantalla.

Noah no podía estar más agradecido con su grupo de amigos.

Se levantó por un vaso de refresco y entonces notó la pantalla de su teléfono prendida. Su ceño se frunció y lo tomó para ver de que se trataba. Entre las múltiples notificaciones, encontró un mensaje de _______ que acababa de llegar. Lo leyó, sin abrirlo.

"¡Hey, Noah! ¿Ya te sientes mejor? Quería preguntarte, ¿quieres salir a comer la próxima semana? Solo nosotros dos esta vez para compensarte, prometido. Te quiero, descansa".

No se sentía feliz ante la invitación en esa ocasión. Estaba tentado a rechazar la propuesta, pero terminó bloqueando su teléfono y decidiendo que es algo por lo que se preocuparía más tarde.

Volvió con los chicos y entonces se fijó de que habían varias parejas entre ellos. Incluso Millie y Sadie estaban abrazadas, viendo la televisión. Un nuevo suspiro abandonó sus labios, lo mejor era olvidarse de _______ y reiniciar sus sentimientos.

She ⸻ 𝖭𝗈𝖺𝗁 𝖲𝖼𝗁𝗇𝖺𝗉𝗉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora