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Extra ocho

Recién se estaban mudando juntos, sus familias los habían apoyado y habían dicho que era bueno que iniciaron una etapa distinta de su vida estando en pareja.

Noah se sentía un tanto agobiado, a pesar de la enorme felicidad que le daba estar tan unido a _______ y el hecho de que ahora la tendría cerca la mayor parte del día.

Había tenido mucho trabajo, estaba cansado por la mudanza y no sabía cómo tomar el hecho de que comenzaría a enfrentar la vida de adulto completamente solo. Claro que tendría a Calvert, pero ambos tenían sus propias responsabilidades. No era como dejar todo en manos de sus padres cuando sentía que ya no podía para más.

Salió del desorden que era su nuevo hogar, esquivando las cajas de distintos tamaños que ocupaban el suelo. Llegó al jardín y tomó asiento sobre la grama, sin importarle que estuviera fría por la brisa de la noche.

Necesitaba aire. No se dio cuenta de cuándo empezó a llorar.

Su novia no estaba, así que dejó a las lágrimas ser, corriendo libremente por sus mejillas. Necesitaba liberarse. Incluso si se sentía ridículo llorando por cosas que quizá no valían tanto la pena.

Fue cuando sintió a alguien sentarse a su lado. No necesitó ver para saber de quién se trataba. Su novia era la única otra persona con acceso a la construcción.

⸺ ¿Estás bien?

Ella se acomodó más cerca de él. El jardín estaba plantado con distintas clases de flores. Había una pequeña fuente y habían comenzado a pensar en cómo decorarlo cuando acabaran con el interior de la casa.

⸺ Claro, estoy perfectamente.

Se limpió las lágrimas sin mucho cuidado, en un movimiento veloz.

⸺ ¿De verdad? Tus ojos no dicen lo mismo.

Declaró la mujer, con un gesto de preocupación. No le gustaba saber que Noah la estaba pasando mal. Mucho menos que lo escondiera de ella para no llegar a causarle "molestias".

⸺ No es nada importante, cariño. No tienes que preocuparte por mí.

Ella suspiró. No se iba a rendir tan fácil por sus palabras. Eran una pareja y tenían que apoyarse.

⸺ Lo es, bebé. Es importante si te lastima.

Se acercó más y tomó una de las manos del joven entre las suyas. Le acarició el dorso con su pulgar, en un contacto suave.

⸺ Anda, dime qué ocurre. Sé que no soy la mejor con los consejos, pero sabes que haría lo que fuera por verte sonreír otra vez. No voy a juzgarte, incluso si solo quieres llorar, hazlo conmigo. Guardaré el secreto, pero no voy a dejarte solo aquí.

Le dedicó una sonrisa. El pecho de Noah se sintió cálido, por cada palabra y por la preciosa curva en el rostro de su mayor. La sonrisa más hermosa que podía existir en el universo, estaba seguro de eso.

Se desahogó, le contó cada cosa que pasaba por su mente y le hacía daño. Le dio cada detalle y ella escuchó, feliz de poder tener la oportunidad de apoyar a su amado en algo tan importante. También se sintió mal por no haber notado antes que las cosas no iban del todo bien para él.

Le dijo todo lo que creía, le dio sus mejores palabras para darle fuerza y también le soltó algunos chistes para que el ambiente no fuera del todo pesado.

Esa noche, Noah lloró como nunca, pero también se divirtió demasiado cuando las lágrimas cesaron y las bromas de su novia se robaron toda su atención.

_______ lo hacía sentir bien. Se sentía tan confiado, tan seguro.

Estaba convencido de que era su ángel. Un regalo de la vida que se encargaría de cuidar, tanto como ella cuidaba de él. Con tanto amor y ternura.

Siempre había sido la indicada.