Extra nueve

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No podía evitar ir de un lado a otro, casi con desesperación. Sentía que iba a comenzar a hiperventilar en cualquier momento. Quería huir y olvidar todo, aunque luego definitivamente se vería arrepentido de esa decisión.

Estaba listo, no había necesidad de seguir esperando. Tenía que dar el paso esa misma noche, deseaba tanto hacerlo, a pesar de los nervios que se lo estaban comiendo por dentro.

Además, Millie lo mataría por haberle hecho completar tantas tareas para nada, si es que resultaba siendo un cobarde. Y sumado a eso, su querida _______ ya habia sido avisada de su cita de ese día. No podía echarse para atrás.

⸺ Amor, estoy lista.

Declaró su novia desde las escaleras, bajando para que pudieran ponerse en camino. Estaban cumpliendo ocho años de relación, ya eran todos unos adultos.

Se habían mudado juntos a una casa grande y elegante, pensando en planear un futuro más ambicioso para ambos y en tener una familia en algún momento. Eso después de vivir tres años en un departamento que tenía sólo el espacio suficiente para los dos.

Partieron de inmediato, aunque Noah había hecho un pedido que desconcertó a la mujer. Aún así, ella aceptó la tela de color oscuro y la utilizó para cubrir sus ojos. El sitio de destino era una sorpresa.

Pasaron largos minutos en silencio, hasta que el ruido del motor cesó, igual que el movimiento. Habían llegado.
Sus sentidos se habían agudizado, por lo que _______ pudo captar algunas cosas de su alrededor una vez que el menor la bajó y guió por el sitio. Estaba silencioso, el viento era fuerte pero se sentía cálido. Pudo sentir una hoja rozar contra su brazo, estaba rodeada de vegetación, intuyó.

⸺ Cuenta hasta diez, luego puedes retirar la venda, ¿bien, amor?

La voz de su novio llegó claramente a sus oídos y se limitó a asentir. Pudo sentir como el calor ajeno se alejaba y suspiró.

Contó los segundos en voz baja y sus manos se encargaron de retirar la venda en cuanto llegó al número indicado. Se tomó unos instantes para enfocar y su corazón se saltó algunos latidos cuando lo hizo. Estaban en el parque en que Schnapp le había pedido ser su pareja hace tanto tiempo.

Frente a ella, se extendía un camino de sus flores favoritas y al lado de cada una, le esperaba un obsequio. Recogió todo con calma, tomándose su tiempo para examinar cada objeto y leer las breves notas que Gyu había redactado. ¿Realmente había preparado tanto? No se lo creía. Tenía a un hombre tan maravilloso a su lado.

Ocho regalos, ese había sido el total. El número la hizo sonreír por sobre las lágrimas. En cuanto llegó al punto exacto en que se había encontrado con Noah la primera vez que habían estado allí, volvió a toparse con él. La esperaba con la cena lista.

⸺ ¿En qué momento hiciste tanto? ¿Sabes lo mucho que enamoras a mi corazón? Eso es tan desconsiderado.

Se quejó de la situación, formando un puchero con sus labios, que el ajeno no pudo resistirse a besar.  
Siguiendo su charla, ambos tomaron asiento y tuvieron un momento agradable. La comida que Noah se había encargado de preparar esa misma tarde mientras su chica estaba trabajando, había quedado deliciosa.

⸺ Es increíble que estemos celebrando un octavo aniversario. Éramos tan jóvenes cuando comenzamos a salir.

Mencionó y el más alto le dio la razón, recordando esos tiempos lejanos. Su conversación se desvió luego, tocaron variedad de temas, hasta que la comida finalizó. Noah volvió a sentirse nervioso.

Por sobre la mesa, tomó las manos de la chica y entrelazó sus dedos, jugando ocasionalmente con ellos.

⸺ _______, hace un tiempo, mencionaste que te gustaban las cosas entre nosotros y que no deseabas que nada cambiara, ¿cierto?

La mayor estaba confundida, pero aún así asintió a la pregunta. No sabía a qué quería llegar el adverso.

⸺ Yo no estoy de acuerdo con ello. Hay algo que quiero que cambie entre nosotros.

El más alto se dio un regaño mental por la forma en que había llevado las cosas. Tenía que ser rápido antes de que su pareja pudiera malinterpretarlo.

⸺ Desde que te conocí, todo para mí cambió y ahora puedo afirmar que te convertiste en mi mundo. Había conocido del amor, pero nunca de uno tan profundo e incondicional como el que siento por ti. La forma en que mi corazón se sigue acelerando cuando te veo, lo auténticos que podemos ser cuando estamos juntos, la forma en que me miras con tus ojos brillantes, la manera en la que sonríes, tu voz tranquila que puedo escuchar hasta en mis sueños. También está tu calidez, tu amabilidad, la timidez que te invade cuando repentinamente me inspiras a dedicarte lo más romántico que puede pasar por mi cabeza. Hay tantas cosas que me enamoran de ti que tendríamos que quedarnos aquí por siempre para que pueda nombrarlas. Había escuchado mucho sobre cómo era estar enamorado, pero ahora puedo asegurar que con esa palabrería no podría describir siquiera la mitad de lo que siento por ti. Así se siente estar con la persona correcta.

Hizo una pausa para tomar aire. Separó sus manos y se levantó del asiento, acercándose al de ella para ponerse de rodillas. Al mismo tiempo, abrió la diminuta caja de terciopelo, que resguardaba el costoso anillo de compromiso.

⸺ Te amo con una intensidad que ni siquiera creía posible antes de tenerte en mi vida. Por eso, hoy quiero saber si tú, ¿me harías el honor de convertirte en mi esposa?

Las lágrimas habían llenado el rostro de la muchacha y cuando pudo reaccionar, no dudo un segundo en abalanzarse sobre el menor.

⸺ Sí, por supuesto que quiero convertirme en tu esposa. Te amo, te amo demasiado.

Se besaron, las lágrimas de ambos mezclándose en el contacto, aunque no les importó siquiera. Noah le colocó el anillo y juró que no tenía una imagen mental más bonita que aquella.

⸺ Noah Calvert y _______ Schnapp.

Ambos rieron por la emoción en la voz del hombre al mencionar aquello.

⸺ Suena perfecto.

Se quedaron abrazados, hablando un rato más y cuando terminó de oscurecer, recogieron sus cosas para poder partir.

Llegaron a casa más cariñosos que de costumbre. Ambos estaban por las nubes. Iban a casarse y tener la familia que ambos siempre habían deseado.

She ⸻ 𝖭𝗈𝖺𝗁 𝖲𝖼𝗁𝗇𝖺𝗉𝗉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora