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Capítulo quince

Mientras el grupo de amigos iba caminando por el centro comercial, eran conscientes de que algunas personas les observaban de más. Alguno que otro reconocía a alguien del grupo, más por suerte, en todo momento respetaron su espacio. Aún así, era incómodo escuchar los murmullos y obtener las poco disimuladas miradas.

Fueron a las tiendas de ropa primero, por petición de Millie, que se encargó de conseguir algo bonito para cada uno de sus amigos como regalo. Luego vieron la de electrónicos, una de variedades y se detuvieron en el área de juegos. Pagaron lo necesario y se dividieron las monedas ya que todos querían hacer algo distinto. Algunos se agruparon y otros se entretuvieron individualmente entre la gran variedad de cosas que se podían hacer.

Noah y Millie habían ganado en un juego, por lo que un grupo de chicas que esperaba su turno, se había quedado viendo cómo se desarrollaba su juego. Los reconocieron cuando estos se giraron y su emoción apenas pudo ser contenida.

⸺ No puede ser, hola. Lo sentimos mucho por interrumpirlos, ¿podemos tomarnos una foto rápido con ustedes?

La chica que se atrevió a hablarles parecía ser la más extrovertida de aquel círculo, mientras sus cercanas casi desaparecían tras ella. Se notaba nerviosa, mantenía su teléfono en mano y una sonrisa amplia en su rostro.

— Claro, adelante.

Posaron para la fotografía que les habían pedido y estaban por despedirse, hasta que una de ellas se atrevió a hablar por primera vez. Les dio un corto mensaje de apoyo, haciendo que ambos agradecieran sus palabras, aunque Noah podía sentir la mirada de cierta joven sobre su persona de manera intensa. Eso lograba ponerlo incómodo.

⸺ ¿Cuáles son sus nombres?

Cuestionó la joven actriz por pura curiosidad. La primera en hablarles se llamaba Sofía, y era la misma que no podía dejar de apreciar al muchacho. Cada una fue señalada en su momento para no tener equivocaciones.

Millie entabló una conversación y Noah se mantuvo a su lado, de pie, en completo silencio. No supo cuántos minutos pasaron, cuando el resto de su pequeño grupo comenzó a unirse a ellos en la zona. Habían tenido que moverse un poco para que otras personas pudieran ocupar el juego mientras ellos conversaban.

⸺ Estoy muriendo de hambre.

Declaró Finn, sin importarle interrumpir la charla que otros mantenían.

⸺ Deberíamos ir a almorzar, ¿ustedes comieron ya o quieren acompañarnos un rato?

Agregó Brown de repente, expectante a una respuesta que estaba bastante clara. Las chicas que acababan de conocer no se negaron, ninguno se sorprendió demasiado.

Schnapp no pasó por desapercibido el que su mejor amiga había logrado llevarse bastante bien con una de ellas, parecían tener intereses en común y pronto se encontraban ambas encaminadas, charlando sobre maquillaje y cosas que él ni siquiera creía llegar a comprender aunque estuviera escuchando con tanto atención.

Por delante de ellas iba Wolfhard, gritando por comida y corriendo en dirección de la zona de restaurantes, casi arrastrando a su pareja en el proceso.

⸺ No podía tener amigos normales.

Susurró Noah para sí mismo con diversión, siguiéndolos al igual que los demás.

No, no podía tener amigos más normales, pero tampoco podía quejarse demasiado. Amaba a los que le habían tocado. Y quizás estaba a punto de tener algunos amigos más.