Cap 9: Serpiente de un ojo.

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- Nada perdemos con ir y averiguar - decía Charbel mirándole con sus fríos y penetrantes ojos violetas - ademas, antes de ir a ese lugar buscaremos al Oráculo oscuro para estar seguros de que camino tomar.

- ... - el par de vampiros se miraron entre ellos, ya era tiempo de salir de su casa e ir a buscar a su padre y dejar a cargo a sus tías mientras ellos no están, ellas últimamente han estado muy intranquilas - les llevaremos con la diosa Abisai, pero antes queremos pedirles algo - decía el gemelo de gafas con seriedad por primera vez en todo lo que lavaban hablando, Abdier ladeo la cabeza tierna mente mirándoles con curiosidad, lo mismo pasaba con Kairos y Charbel, solo que estos no tenían nada de tierno.

- Déjenos nos ir con ustedes - dijo el gemelo mayor mirando directamente a Abdier, quien les preguntaba con la mirada la razón de su repentina decisión - necesitamos encontrar a nuestro padre, él tiene que regresar para hacerse cargo de la familia.

- ¿Los dos vendrán? - pregunto el descendiente de los Morte con fingido desinterés.

- Si, dejaremos a cargo a nuestra tía Rosel - decía el hermano menor mirando hacia la puerta de la mansión, justo donde se encontraba una hermosa joven de largo cabello rojo, quien usaba un largo vestido blanco con encaje de bolillo. Su cabello era recogido en una cola alta, enmarcando su bellos rostro. Aquella mujer poseía unos enormes ojos rojos, dignos de toda Vampiresa. La ser sobre natural poseía un ramo de rosas en sus manos, con la cual jugaba con tranquilidad - ella y mis otras tías mantendrán a la familia unida.

- ¡Genial! ¡Bienvenidos a nuestro humilde grupo! - grito emocionado el pelinegro lanzándose a los brazos de los gemelos, quienes lo atraparon sorprendidos de la reacción del hermoso niño. Cuando Abdier se separo de ellos, el gemelo mayor carraspeo algo incomodo dándose cuenta que aun no se habían presentado.

- Disculpen mi mala educación, mi nombre es Eliot Fénix Evan's - se presento asiendo una leve y educada inclinación - el hermano mayor.

- El mio es Fermin Horus Evan's, un gusto cachorro - decía el menor de los hermanos sonriendo galante.

- Ahora que todos nos conocemos, es hora de irnos - dijo el mayor acercándose al pelinegro para luego agarrar su pequeña mano con delicadeza - ya luego regresaremos por nuestras cosas.

 Luego de decir eso, Eliot transporto a Abdier fuera de la mansión, dejando a su hermano con el Morte y el Lupin, este ultimo estaba que echaba humos, ese maldito chupa sangre se había llevado a su niño a quien sabe donde. Por su parte, Fermin estaba un poco molesto, él quería llevar al pequeño no a ese par de amargados.

- Oye, deja de ladrar chucho pulgoso - dijo mirando con molestia al lobo, quien le gruño mostrando le sus enormes caninos como amenaza.

- ¿A quien llamas chucho? Chupa sangre mugroso - pregunto Kairos asesinándole con la mirada, él había regresado a su forma humana algo ofendido por el apodo.

- ¿Acaso vez a otro? - el Vampiro sonrió divertido viendo como Charbel agarraba al ojirosa para evitar que se le fuera encima - tía Rosel - llamo a la mujer que estaba en la entrada de la mansión, esta desapareció y luego reapareció en solo un segundo al lado del muchacho.

- Dime, querido sobrino - dijo la hermosa mujer con una voz suave y aterciopelada.

- Prepare dos bolsos con ropa de mi hermano y mía - le ordeno mirándole con el ceño fruncido, él odiaba a sus tías, eran demasiado hipócritas para su gusto.

- ¿Saldrán de viaje? - le pregunto ladeando un poco la cabeza, sonriendo apenas con una sonrisa falsa.

- Si, uno muy largo - decía Fermin mientras se giraba y colocaba sus manos sobre los hombros de Kairos y Charbel - lleven los bolsos al templo de la diosa Abisai, ahí estaremos nosotros.

La luz del León (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora