Cap 5 "¿Que siento por Demian?"

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TATIANA

Tocaron a la puerta.

_Adelante. - dije y me acomodé el pelo, era la chica de antes. -

_Señorita el Alpha dijo que baje a comer. - tenía hambre mucha hambre, pero después de lo que paso con Demian me daba algo de vergüenza bajar a comer con el.-

_No tengo hambre, pero gracias.

_ El Alphas insiste en que baje dice tener algo que decirle. - entonces me acorde de que posiblemente mi familia vendría, y decidí matar dos pájaros de un tiro, saciar mi hambre y saber cuándo vienen.

Entonces me baje de la cama, y fui con la mujer, pero antes me mire al espejo y acomode un poco el cabello, y me pregunte si me quedaba bien el suéter que llevaba puesto, ¿qué estaba haciendo? No es como si mi importara verme bien para Demian.

Así que me desacomode un poco el pelo y baje con la chica.

Una vez abajo procure sentarme lo más lejos de Demian, honestamente tenía varios sentimientos encontrados con respecto a su persona entre algunos podía distinguir, miedo, enojo, tristeza, y talvez algo de cariño.

_ ¿Cuándo vendrán mis padres de visita?

_ ¿Acaso quieres que tus padres vengan, después de no querer dormir en la misma cama que yo? - mierda, y ahora que hacía, no quería dormir con el, porque sabía que cada vez que estaba cerca de el me sentía, extrañamente feliz, y protegida eso sin mencionar que me hacía sentir el mismo cosquilleo en la pansa, que tanto nombran en las películas. Yeso me daba miedo-

_Si tratas de manipularme para que duerma con vos, desde ya te diré que no funcionara. - sirvieron un plato con carne y una salsa arriba, realmente delicioso-

_ No intento manipularte, no lo haría ni, aunque quisiese, no podría hacerte eso. - eso último lo dijo más para sí mismo que para mí pero me fue inevitable escucharlo, también fue inevitable no sentir ternura, esos sentimientos que el provocaba en mí, no me gustaban, nunca los había sentido antes por nadie que no fuera mis padres o hermanos. - De todas formas, ya arreglé con tus padres para que te visiten en una semana. - y al decir eso comenzó a comer, evitando mírame, lo que por un lado provocó una sonrisa en mi rostro, (mi familia vendría en una semana), pero también algo de tristeza, porque durante el resto del almuerzo el no me dirigió palabra ni tampoco me miro, y al finalizar de comer solo se levantó y dijo buen provecho, dejándole sola en la mesa.

Intente despejar mi mente, así que subí a mi habitación y mire por el balcón, este daba directamente hacia el bosque, y se veía hermoso, tan tranquilo, y misterioso que la curiosidad me gano y trate como pude de salir de la casa.

Me adentré un poco en el bosque, no demasiado haci no me perdía y encontré un tronco tirado, me senté allí igual que lo hacía cuando estaba en mi manada. Sólo disfrute de la brisa pasando entre mi cabello, me abrigue un poco más con la campera que me había puesto antes de salir, cerré los ojos, mis labios estaban fríos igual que mis manos y rostro, pero aun así podía sentir el liviano aire, y el delicioso olor a pino que allí se encontraba.

Unos minutos después decidí volver ya que tenía algo de frio y tomé camino rumbo a la casa o mansión, porque tal parece que lo que yo pude ver por dentro no era ni la mitad la inmensa estructura a mis pies.

Antes de entrar me puse a apreciarla con detenimiento, hasta que unas manos se posaron en mi cintura haciéndome pegar un susto y di un saltito hacia atrás.

_ ¿Qué haces afuera? - escuche decir una voz en mi oído derecho, esta era ronca, grabe y algo enojada por lo que podía percibir, y el dios griego al que le pertenecía esa voz era Demian.- entra antes de que te congeles. -dijo antes de meterme a la casa-

Al entrar pude percibir su aroma, la misma fragancia que usaba ayer cuando estaba en la fiesta.

El tenerlo tan cerca hacia que mis sentidos se enfocaran solo en él, y provocaba querer tenerlo cerca siempre... pero también me hacía preguntarme: ¿que sentía por Demian?

_¿Qué pasa?-le dije-

_ ¿Porque estabas afuera?

_ Quería tomar aire -dije como si fuera lo más obvio-

_De ser así te debe acompañar alguien, y no salir tan desabrigada.

_Mira quien lo dice, solo llevas una remera. - y era verdad solo llevaba una remera negra mangas largas y bastante ajustada al cuerpo, ¿que le pasaba a este hombre?, ¿para que se ponía esas remeras tan ajustadas, intenta que las chicas se lo pasen mirando? -

_Es diferente, tu eres humana. - genial ya empezamos de nuevo-

_ Eso es discriminación sabes.

_ Te estoy cuidando Tatiana.

_Puedo cuidarme sola, el que se debería cuidar eres tú, con una remera así de ajustada todas las mujeres de la manada se te tirarán encima - al decir eso su rostro cambio a uno de diversión y sorpresa, ¿Qué le pasaba ahora?.-

_ ¿Estas celosas mi luna? - genial ahora el loco dice que estoy celosa, ¿estoy celosa? No. No, no estaba celosa, solo molesta. -

_ No.

_ Lo que tú digas, pero recuerda que yo soy tu dueño y tú eres la mía. - dijo con una sonrisa mientras su mirada pasaba detenidamente por zonas específicas de mi cuerpo, le iba a responder, posiblemente a decir que no nos pertenecíamos, pero una chica alta, rubia, con un escote grandísimo y maquillaje perfecto, comenzó a hablarle a Demian en satánico y él le respondió igual.

La chica se le insinuaba todo el tiempo, movía sus caderas y le tocaba el hombro, los brazos y manos mientras meneaba su cabeza para que su cabello rubio se moviese.

Solo giré los ojos y me di vuelta para marcharme, mientras ellos dos parecían estar a punto de invocar al diablo y ella le coqueteaba en el proceso.

Entre los labios del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora