Enséñame a Amarte // Byler

Capítulo 8 (1/2)

Narra Mike:

Desde lo que ocurrió con Troy, Will a estado actuando extraño, cuando me acerco o nuestras manos rozaban por casualidad se pone nervioso y trata de alejarse de mi. Su actitud me hace preguntarme si él estaría sintiendo algo por mi de nuevo, pero no me quiero hacer iluciones, tal vez solo sea mi imaginación.

Hoy, sábado, salí de mi casa con mi bicicleta para donde Will, quería verlo y pasar un rato con él.

Al llegar toqué la puerta unas veces, no pasó mucho para que aquel chico de pequeña estatura abriera la puerta.

—Mike, ¿Que haces aquí? —preguntó con amabilidad en su voz, mirandome sorprendido.

—Nada, solo quería visitarte ¿Por qué?, ¿Estuvo mal?, Si estás ocupado puedo regresar después, no hay problema —dije poniéndome nervioso, estaba a punto de darme la vuelta, pero me detuvo.

—¡No!, Ha... Es decir... Si, está bien, pasa —dijo, hizo un espacio para que pasara.

—¿Quién es, cariño? —dijo la voz de una mujer que provenía de la cocina.

—¡Es Mike! —exclamó.

En momentos Joyce pasó por el marco de la sala dirigiéndose a mi.

—¡Mike! Hace tiempo que no te veía —me abrazó—. ¿Viniste a visitar a Will? —preguntó mientras se alejaba de mi.

—Si —sonreí.

—Que bueno —dijo con una sonrisa—, si quieren pueden salir, ya que Will se la a pasado encerrado desde que llegamos.
—No se preocupe sra. Byers, tal vez en un rato, se nota a kilómetros que necesita aire fresco —comenté gracioso, Joyce río.

—Solo... no vallas a dejarlo solo, por favor.

—Mamá, tengo 17 años, puedo cuidarme solo —dijo Will con incomodidad.

—Pero cariño, es Hawkins —comentó  tratando de sonar obvia.

—No se preocupe, no lo perderé de vista —dije mientras volteaba a Will y le dedicaba una sonrisa.

—Muchas gracias, bueno, tengo que regresar a la cocina, que se diviertan —se dió la media vuelta—, por cierto, Mike, si gustas puedes quedarte a cenar —sonrió.

—Lo siento, por eso —se disculpó el castaño—, ven, vamos a mi habitación —dijo caminando hacia esa dirección.

Al entrar me quedé mirando cada detalle, Will se sentó en la orilla de la cama. Vi que habían unas hojas en el escritorio y me acerqué para verlas. Unos dibujos adornaban las hojas blancas, sonreí. Pasaba las hojas, hasta que uno me llamó la atención.

—¿Qué es esto? —dije mientras volteaba a él y mostrarle el dibujo. Él sonrió y bajo la cabeza.

—¿Qué no es obvió? Eres tú —dijo apenado.

—Si, pero... quiero saber ¿Por qué lo hiciste? —pregunté acercándome donde él y sentarme en frente.

—Ese eres tú hace 4 años —contestó calmado—, es un dibujo antiguo.

—¿Enserio? —seguía confundido.

—Si, no has cambiado mucho, Michael —dijo sonriendo—, como puedes notar en este dibujo tus facciones no estaban tan marcadas como lo están ahora.

—Y... ¿Por qué lo conservas aún? —cuestioné extrañado.

—No lo sé —se encogió de hombros—, creí que lo había perdido.

—¿Puedo conservarlo? —pregunté ansioso—. Quiero ponerlo con los otros.

—Claro —contestó sonriendo.

Nos quedamos un rato platicando de distintas cosas. Me encanta pasar tiempo con él, no sé qué hacía para que me tenga perdidamente enamorado.

Después de un rato decidimos salir a caminar por el bosque. El trayecto era tranquilo, plática amena, ambos sonriendo y haciendo bromas entre ambos.

—Y... ¿Cómo te a ido en tu vida amorosa? —pregunté nervioso, no sabía cómo reaccionaría ante el tema.

—Nada importante. Cuando estaba en la ciudad había un chico que quiso andar conmigo pero no quise una relación formal —dijo calmado.

—¿Por qué? —pregunté curioso.

—No sentí que él fuera el indicado ¿Sabes?, Quiero a alguien para poder afrontar toda las críticas de la sociedad, ya sabes, las personas como nosotros no somos muy aceptadas que digamos —hizo una mueca con los labios y se detuvo, hice lo mismo.

—Will... —dije casi susurrando tomando su mano— Y-Yo Te... —hice una pequeña pausa—, Yo te amo —dije nervioso, había esperado tanto tiempo para decir esto, ahora que lo hacía no sabía cómo él reaccionaria.

Me miró sorprendido, podía notar que me quería decir algo pero no lo lograba.

—Y-yo... —bajó la mirada—. Siento no decir lo mismo —suspiró—. Mike... Esta semana me di cuenta de algo, eso fue de que pudiste ganarte mi confianza, y mientras pasaba el tiempo contigo más me daba cuenta que me gusta tu compañía y desde aquel día que nos mojamos en la lluvia me di cuenta que me gustas, Mike, pero no lo suficiente para decirte una palabra tan grande como... "te amo".

—Yo... Puedo enseñarte a amar —dije nervioso—. Ya logré que confíes en mí, ahora puedo enseñarte a amar... ¿Que dices? —pregunté tomando sus manos, este me miró a los ojos y me sonrió.

—¿Es enserio? —cuestionó.

—¡Claro! —dije mientras le dedicaba una sonrisa.

—Entonces... —dijo mientas soltaba mis manos y pasaba sus brazos por mis hombros, me sonroje—. Enséñame a amarte, Mike Wheeler.

Al escuchar estás palabras no podía controlar mi emoción así que lo abracé.

—Claro que sí —dije con una gran sonrisa mientras lo tomaba por la cintura.

Me miró a los ojos y yo a los suyos, adoraba esos ojos verdes.

Empecé a acercaro más a él para darle un beso, estaba algo indeciso, no sabía si él me aceptaría el beso o no, después de tantas veces que me rechazó ahora tenía miedo de intentarlo. Estaba a centímetros de sus labios cuando Will se paró de puntitas y me besó. En ese instante ambos cerramos los ojos.

Sus labios eran suaves y dulces, sus labios con los míos encajaban perfectamente, como si fueran piezas de un rompecabezas, lo acerque más a mí, profundizando el beso mientras movía mis labios de una manera lenta y él siguió el ritmo... ¡Demonios! Besaba tan bien.

Lentamente nos fuimos separando, para después juntar nuestras frentes.

—Esto significa... Que... ¿Estamos saliendo? —dijo mientras me miraba a los ojos y con una hermosa sonrisa.

—Claro que si... —dije sonriéndo—. Will Byers ¿Quieres ser mi novio?

—¡Si! Si quiero ser tu novio —dicho esto él se paró de puntitas para abrazarme y darme un dulce beso en los labios.