Enséñame a Amarte // Byler

Capítulo 7

Narra Will:

Me encontraba en el aula esperando a los chicos. Había llegado antes, eso era algo nuevo. Dibujaba en un cuaderno, hacía trazos, y les daba sombreado a ciertas partes que lo ameritaban.

—Lindo —dijo una voz al lado mío, voltee, para encontrarme con Michael Wheeler quien yacía en su asiento.

—Gracias —dije con una sonrisa—. ¿Cómo has estado? —pregunté, me preocupaba su situación, quería saber si se sentía mejor. Guardé mi cuaderno para dedicar mi atención a él.

—Bien, solo que necesito a alguien que me cuide en casa —me sonrió.

—Tienes a tu madre y a Nancy, ellas pueden ayudarte —respondí ingenuo. Sabía a lo que se refería, pero el saber cuál sería su reacción me daba curiosidad.

—¡Ni en mis sueños! —exclamó divertido—, mi madre me adora pero no lo haría —sonrió y dirigió su mirada a mi.

—Si tú madre no lo hace ¿Cómo esperas a que lo haga? —cuestioné riendo.

—No lo sé, tal vez por qué me quieres —parpadeó muchas veces mientras me sonreía.

—Eres un idiota —bajé la cabeza aún con una sonrisa.

—Como que ya se te está haciendo una costumbre decirme "idiota", ¿No crees, Byers? —comentó, pero no recibió respuesta debido a la nueva presencia de los chicos.

—¿De qué hablaban tortolitos? —preguntó Dustin, mientras colocaba su mochila en su asiento.

—De lo mucho que nos queremos —respondí sarcástico con una sonrisa.

Lucas y Dustin rieron ante el comentario, voltee a ver a Mike y este solo me veía con una sonrisa coqueta. Rodee los ojos.

El profesor entro y empezó a dar la clase, por ratos volteaba a ver a Mike y me sonreía, por alguna razón sus pecas se me hacían lindas, al igual que sus ojos y cabello, y me parecía ¿Lindo?

«No Will, no te puede gustar otra vez».
Me regañé internamente.

Las primeras clases pasaron rápido que no nos dimos cuenta que era hora del almuerzo.

Todos nos encontrábamos sentados en una mesa de la cafetería platicando muy animadamente mientras comíamos. Mike había tomado asiento al lado mio, lo cual no me sorprendía ya que lo hacía seguido. Sólo que... Ya no me molesta que lo haga, debo admitir que desde él día de ayer, he disfrutado más de su compañía, sentía que podía confiar en él de nuevo.

—Will, ¿Me puedes pasar una servilleta? —preguntó Mike.

—Claro —respondí.

Tomé la servilleta y se la ofrecí, este al tomarla hizo que nuestros dedos rozaran, al sentir el contacto me sentí nervioso, y me tomé un poco de distancia.

«¿Qué está pasandome?, ¿Será que me está empezando a gustar Mike?»
Esta pregunta no tardó en formularse en mi cabeza, pero es algo imposible, obvio no me gusta.

Al llegar la clase, la profesora nos pidió que nos juntemos en equipos de 3.

—Will, ven con nosotras, queremos hablar contigo —habló la chica de cabello castaño alzando su mano.

—Claro —sonreí y me acerqué a ellas.

—¿No crees que Mike se ve lindo con ese suéter que trae hoy? —pregunto la pelirroja, la miré extrañado.

—¿Que a ti no te gustaba Lucas? —prehunté dudoso, Max me lanzo una mirada amenazante.

—¡Vamos! No me digas que no entendiste —exclamó la castaña, me encogí de hombros y negué con la cabeza como respuesta—. Eres un caso perdido —se llevó una mano a su frente.