Eran las 16 de la tarde cuando la puerta del estudio se abrió de golpe y Chloe comenzó a replicar.
- No pienso quedar contigo. Aubrey me mataría si quedara con alguien como tú. - Yo la miraba, todavía afectada por el susto que me dió y me separé los cascos de las orejas para escucharla.
- Relájate, solo vamos a hacer un trabajo. Déjame acabar esto y luego hablamos. - me puse los cascos de nuevo para acabar mi nuevo mash-up. Tardé casi dos horas, pero por fin estuvo listo. Para entonces Chloe estaba curioseando los discos de las estanterías.
- Está listo, ¿quieres oirlo? Está recién salido del horno. - le dije ofreciéndole los cascos. Ella puso cara de no estar muy convencida.
- Tengo problemas mayores.
- Sé que lo estás deseando. - sonreí sarcástica, aunque realmente no lo pensaba, solo quería molestarla.
- Ya te gustaría.
- Vamos, escúchalo y dame tu opinión. - entonces ella los aceptó de mala gana. Se sentó en la mesa de espaldas a mi.
- ¿Y?¿Qué te parece? - le pregunté cuando el minutero del reproductor llegó al final.
- Eres buena, no lo haces mal del todo.
- Viniendo de ti me tomaré eso como un sobresaliente.
- Muy graciosa.
- Gracias, últimamente me hablas hasta normal.
- Oye, yo no soy borde, eres tú la que va pegando a la gente. - me acordé de aquel momento y sonreí.- Me tengo que ir ya.
- Hay que hacer el trabajo, ¿recuerdas? - Me ignoró por completo y salió por la puerta. Escribí mi dirección en un trozo de papel y salí tras ella, le cogí del brazo, haciendo que se diera la vuelta. - Mira, Beale, es tu nota, no la de Aubrey, si quieres venir ven, y si no, no vengas. Pero te aviso, no pondré tu nombre en el trabajo si decides pasar. - todavía mantenía cogida su muñeca mientras me miraba. - Mañana a las 17. - le dejé en la mano el papel con mi dirección y volví al estudio sin que ella dijera una palabra.
Me disponía a empezar el trabajo cuando Sheila, mi madrastra, me llamó. Bajé para ver qué quería y sonreí cuando vi a la pelirroja esperando en la entrada.
- Si Aubrey se entera te mataré. ¿Está claro? - subió las escaleras y pasó por mi lado.
- Como el agua. - entré detrás de ella a mi cuarto y cerré la puerta.
- No haré comentarios al respecto. - dijo mirando las figuras y posters que decoraban la habitación. - ¿Puedo? - dijo señalando la cama.
- Claro, no te cortes. - se sentó en mi cama apoyando la espalda contra la pared, y yo me senté en el escritorio.
- Toma. - le dí el libro que tenía que leer, ya que yo ya me lo había leido. - Yo haré el trabajo, tú léetelo.
- ¿Seguro?
- De otra forma no daría tiempo. Tú solo... léelo, por si pregunta.
- Está bien. - Abrió el libro y comenzó a leer. Mientras tanto, empecé a escribir en una hoja las respuestas a las preguntas sobre el libro. Pasaron varias horas y decidí descansar un rato. Miré a Chloe, se había quedado dormida.
- Ey, pelirroja. - sonreí e instintivamente le aparté el pelo que le tapaba la cara. De repente abrió los ojos y pude ver el color azul de sus iris a un palmo de los mios.
- Lo siento, no me había dado cuenta.
- ¿Quieres comer algo?
- No, gracias.
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Mitchell & Beale
FanfictionBeca Mitchell es nueva en la ciudad y ha de integrarse en un instituto donde la clase dominante, las animadoras, le harán la vida imposible. Entre ellas hay una pelirroja, Chloe Beale, a quien hará ver la vida de otro modo con menos etiquetas y este...