Pasaron los días, no supe de la existencia de Chloe en todo ese tiempo pero sin embargo no podía sacármela de la cabeza. Quería ayudarla, pero me había decepcionado varias veces. Decidí pasar el dia en el estudio, necesitaba relajarme y estar sola. Llevaba unas horas con mis mezclas cuando de repente se abrió la puerta. Mis ojos se fijaron en los mismos ojos azules que tanto deseaba que abandonaran mi mente, pero los aparté para ignorarla y seguir en lo mio.
- Hola. - dijo, pero no le respondí. Cerró la puerta y se dejó caer en el sofá sin decir nada más, hasta que pasaron 5 minutos.
- Supongo que no te importa pero...
- No.
- Vale. - se calló de golpe. Se levantó para echarle un vistazo a los discos de la estanteria situada frente a mi. Sus ojos curioseaban título a título cada uno. Llevaba un peto vaquero, corto, y un top negro, por lo que dejaba ver todo el abdomen y parte de la espalda, y le caian mechas pelirrojas sobre los hombros. Estaba realmente preciosa. De repente me miró, y yo aparté la mirada.
- He roto con Ethan. - No respondí. - Beca...
- Te he oido.
- Oye, no hace falta que seas tan borde.
- Intento que te des cuenta de que no quiero que estés aquí.
- Pues lo siento, pero no puedo irme, el castigo sigue en pie.
- Entonces me voy yo.
- Beca... - cogí mis cosas e intenté salir, pero la puerta estaba atrancada.
- Estás de puta coña.
- ¿Qué?
- La puerta, no se abre. - Se acercó e intentó abrirla, pero tampoco lo logró.
- Llama a alguien.
- ¿Yo? Eres tú la encargada.
- No tengo batería. - Chloe resopló y trató de llamar a varias personas pero nadie cogía el teléfono.
- Espero que no estés haciéndolo adrede.
- ¿Crees que quiero quedarme aquí mientras me miras y me contestas borde? - miré para otro lado y fruncí el ceño.
- Hay que joderse...
- No es culpa mia.
- ¿Y quien ha cerrado la puerta por última vez?
- ¡La he cerrado normal!
- ¡Ya lo veo! - hubo un silencio en el que la miré con el ceño fruncido.
- ¿Eso te lo he hecho yo? - señaló la marca de mi cara. No respondí, lo cual entendió como una afirmación.
Crucé los brazos y me apoyé en la puerta mirando para otro lado mientras ella seguía mirándome.
- Podrías contestar a eso al menos. - le miré y sin decir nada me senté en el sofá y eché la cabeza hacia atrás. Pensé que era un buen momento para hablar.
- Tú y yo tenemos que hablar. - dije.
- ¿Qué?
- Aubrey te obligó a acostarte con Ethan, tú me lo contaste.
- ¿A qué viene esto?
- Vamos a aprovechar el tiempo muerto.
- ¿Por qué te metes en esto? ¿Qué te importa?
- Le hago un favor a alguien.
- Ha sido mi hermano, ¿verdad?
- Da lo mismo, no te das cuenta de lo que pasa contigo.
- Tú no sabes nada.
- Lo suficiente. Estoy harta de escucharte e intentar ayudarte y que luego me lo pagues con una torta. Si no quieres que me meta no me metas tú.
-No tengo nada que hablar contigo.- notaba cómo se iba poniendo más nerviosa.
- Creía que me considerabas una amiga.
- Las amigas no se besan.
- Pues tú y yo sí. - no respondió durante unos segundos. Me levanté para acercarme a ella.
- Tenemos un largo rato aquí y no puedes salir. A no ser que quieras saltar por la ventana.
- Prefiero que sigas en plan borde y pases de mi, pero podría saltar igualmente.
- Ya no me apetece, ahora sí que quiero que hablemos. Dime, ¿cuanto hace que finges ser amiga de Aubrey?
- Déjame en paz.
- Tenemos toda la tarde.
- Eres imbécil.
- ¿Sí? Ojalá hubieras pensado lo mismo el día que me comiste la boca en el baño, o el dia que viniste a mi casa llorando. Todo hubiera sido más fácil. - mentí. Se le humedecieron los ojos y asintió con la cabeza sobre mi respuesta.
- Vete a la mierda. - trató de abrir la puerta con todas sus fuerzas, pero no lo logró.
- Para, te vas a hacer daño. - continuó pegándole a la puerta. - para. - al ver que no me hacía caso la agarré por detrás de la cintura, la aparté de la puerta y la acorralé contra la pared.
- No quiero irme a la mierda aún. Eres de las personas más cabezotas y capullas que he conocido, y joder, te odiaba desde el primer día. Pero un dia tuviste que hacer dios sabe qué gilipollez para acabar en mi estudio, dia tras dia jodiendo, hasta que conseguiste hacer que me enamorara de ti, Beale. Y no sabes el asco que me da eso. Porque unas veces eres una zorra y sin embargo, luego está tu otro lado, tan adorable y entusiasta. Y lo peor de todo es que no puedo deshacerme de ti porque no te puedo sacar de mi cabeza. - se hizo un silencio que duró unos segundos. No dijo nada. De repente la puerta se abrió y me separé rápidamente de ella.
- Buenas Mitchell. - dijo Jon entrando en el estudio.
- ¿Cómo coño has abierto la puerta?
- Estaba cerrada con llave, ¿por qué? - me extrañé mucho. Chloe salió inmediatamente de allí. Me despedí de Jon, cogí mis cosas y salí detrás de ella, pero le perdí la pista.Volví a casa, puse el móvil a cargar y me tiré en la cama. "Dios, pero ¿qué cojones le he dicho? Yo no digo esas gilipolleces". De repente me llegó un mensaje de Sam.
- La he visto entrar en el estudio. No me preguntes pero tengo las llaves, voy a cerraros, aprovecha.
"Así que fue Sam", pensé. Decidí hablar con él al día siguiente y, agotada, me dormí.
ESTÁS LEYENDO
Mitchell & Beale
FanficBeca Mitchell es nueva en la ciudad y ha de integrarse en un instituto donde la clase dominante, las animadoras, le harán la vida imposible. Entre ellas hay una pelirroja, Chloe Beale, a quien hará ver la vida de otro modo con menos etiquetas y este...