Mitchell & Beale

Capítulo 24

Al día siguiente fui al estudio antes de que llegara Chloe, así que no la vi. Cuando estaba a punto de llegar vi a Aubrey esperando de brazos cruzados frente al estudio.
- ¿Qué quieres? - dije mientras abría la puerta.
- Tú y yo vamos a hablar. - se coló por la puerta antes de que yo pudiera hacer o decir nada y se paró en medio de la habitación con los brazos en jarra y una mirada de desprecio.
Entré y cerré la puerta.
- Tengo cosas que hacer.
- Me vas a explicar qué demonios le pasa a Chloe ahora de repente. Ella no es así.
- ¿Por qué no hablas tú con ella?
- Ya hemos hablado.
- Deduzco que poco. Te diré qué le pasa. Que cuando elige algo que quiere la juzgas y la humillas, y a nadie le gusta eso.
- ¿Qué tontería es esa?
- ¿Es que no lo entiendes?
- Chloe siempre ha tenido un compromiso con nosotras, y es mantener a la altura la imagen de las animadoras.
- Pues parece que se ha cansado.
- Y la culpa de esto es tuya. Le has comido la cabeza.
- Yo solo la escuché cuando necesitaba hablarlo, y tú has sido una cabrona.
- Le he tratado como a mi mejor amiga.
- Entonces te vas a quedar sola si sigues así, de momento la has perdido a ella. - dejé la mochila al lado de la mesa y saqué el portátil mientras Aubrey pensaba en qué contestar.
- Qué sabrás tú. Has querido acabar conmigo desde el primer día y atacaste a la persona que más probabilidades tenía de caer, todo este jaleo era un plan tuyo.
- Exactamente, no tengo más cosas que hacer que joderte. - dije irónicamente.
- Si no vuelve por las buenas será por las malas. - se fue dando un portazo tras de sí.

-Esta mañana ha venido a verme Aubrey. - le dije a la pelirroja, que me apartó la mirada de lo que estaba haciendo para prestar atención en lo que acababa de decir.
- ¿Qué?
- "Si no vuelve por las buenas será por las malas"
- A mi también ha venido a verme. - dijo apretándose el tabique con dos dedos.
- No sé qué hacer al respecto, no sé qué piensa hacer.
- Tú sólo ignórala, va a intentar ponerte en mi contra, y a mi en la tuya.

Pasaron unos tranquilos días antes de comenzar esta guerra psicológica con Aubrey. De repente cambió su actitud totalmente, era amable, conmigo y con Chloe, pero nunca hablaba con nosotras si ibamos juntas. Si no la conociera pensaría que siempre era así de maja. La primera vez que notifiqué este cambio de actitud fue un día que estaba en mi taquilla guardando los libros.
- Hola Beca. - apareció por detrás de la puerta de la taquilla y pasó por detrás de mi para girarse y apoyarse en las taquillas.
- Qué quieres.
- Me han dicho que se te da bien literatura y necesito un repaso si quiero aprobar.
- ¿Y por qué iba yo a ayudarte con eso?
- Intento llevarme bien contigo.
- Deja que me ría. Ja ja ja.
- Chloe es mi mejor amiga y voy a hacer un esfuerzo por aceptarte, por muy mal que me caigas.
- ... - pensé por unos segundos lo que estaba pasando. - Como quieras. - cerré la taquilla y sin darle más vueltas comencé mi camino al estudio.
- ¿Entonces me vas a ayudar? - oí a mis espaldas.
- Ya veremos. - dije sin siquiera girarme para contestarle.
Atravesé todo el pasillo y entonces vi a la pelirroja entre la gente, apoyada en las taquillas hablando con alguien. Me miró, me sonrió, le devolví la sonrisa y siguió hablando.

Por fin acabé mi maqueta. No podía creerlo. Había invertido horas y horas. En cuanto lo terminé lo guardé en varios discos duros y en un pen que enviaría más adelante. Ya había decidido a qué productoras se lo enviaría primero. Enseguida le envié un mensaje a Chloe y a Jess. "Hay que salir para celebrarlo", contestó Chloe. Le dije que viniera a mi casa y se presentó a la hora o así, con un vestido ceñido de cuadros y deportivas blancas, con los labios pintados de rojo. Me dejó la marca de la pintura en la boca cuando me besó y luego me lo limpió.
Nos fuimos a una cafeteria a tomar algo y me llevé el Macbook para dejarle escuchar mi maqueta. 45 minutos concentrada, en los que me miraba y sonreía cada cierto tiempo entre sorbos de batido.
- ¿Qué tal ha quedado? - pregunté cuando se quitó los cascos.
- Es una pasada. En serio Beca, está genial.
- Gracias Chlo.
- ¿Qué piensas hacer ahora?
- Lo enviaré a algunas productoras a las que les he echado el ojo.
- Pásamelo otra vez. - se puso de nuevo los cascos y se puso a escuchar desde el principio otra vez.
- ¿De quién era esta canción? - preguntaba entre medias.
- David Guetta. - sorbí la última gota de mi batido de fresa al mismo tiempo que vi aparecer por la puerta a Aubrey Posen con sus gafas de sol de marca y su bolso. Pareció no darse cuenta de que estábamos allí, así que no dije nada, no moví ni un músculo.
- Chloe... - intenté avisarla.
- ... - seguía escuchando mientras miraba fijamente a la mesa.
- Chlo... - susurré más fuerte y le toqué la mano. Elevó la vista, vio que la llamaba y se quitó los cascos.
- ¿Qué pasa?
- Mira a la puerta. - eso hizo, pero cuando vio a Aubrey no se mostró muy sorprendida.
- Suele venir aquí.
- ¿Sola?
- Sí.
- Eso es muy triste.
- Ya bueno...
- ¿Qué hacemos?
- Mierda nos ha visto.
- ¿¡Qué!? - susurré.
- Rápido di algo.
- ¿Qué quieres que...? - Chloe me interrumpió de golpe.
- Entonces le dije a Jess que viniera a mi casa para acabar el trabajo de inglés.
- Hola chicas. - dijo la rubia cuando llegó a nuestra mesa. Miré a la pelirroja con los ojos abiertos, demostrando la tensión por la que estaba pasando en esos momentos. Luego intenté relajarme. Chloe no le respondió, ni siquiera le miró. - ¿Qué hacéis por aquí?
- Nos apetecía... salir. - le dediqué una sonrisa falsa.
- Ohh genial. ¿Y qué escuchábais?
- Nada.
- No seas tonta, déjame. - se sentó al lado de Chloe y le cogió los cascos. Ella se hizo hacia un lado y trató de ignorarla. Le di al play por donde se había quedado y escuchó durante menos de un minuto, luego se quitó los cascos y sonrió.
- Está bien, ¿de quién es?
- De Avicii.
- Ahh será nuevo supongo.
- Sí. - Chloe me miró en silencio, intentando disimular una sonrisa.
- Bueno, os dejo solas, no quiero estropearos vuestro... momento o lo que sea. Ciao, Beca. Chloe... - se dio la vuelta y se marchó a una mesa alejada desde donde apenas nos veía.
- Será zorra.
- Uo, relaja pelirroja.
- Es una falsa.
- Tranquila, ¿vale? No pasa nada.
- Está planeando algo, tenlo claro.
- Lo tengo claro, no soy idiota.
Pagamos la cuenta y nos fuimos de tiendas. No volvimos a mencionar a Aubrey en toda la tarde. Fuimos de aquí para allá, riéndonos y comprando algunas cosas y luego la llevé a casa en coche.
- Últimamente Aubrey está demasiado simpática.
- Lo sé, pero créeme, solo contigo.
- Qué diablos estará tramando.
- No lo sé, pero escúchame Beca. - se incorporó en el asiento del copiloto para mirarme. - Te contará mil cosas con tal de perjudicarme, no te creas nada, por favor.
- Pelirroja entérate, yo no me creo nada de esa  zorra, y menos si es algo malo sobre ti.