Capítulo 6

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Había apartado la mano y la había dejado apoyada en mi hombro sin darse cuenta, mientras trataba de ver algo por la rendija del armario.

- ¿En serio estás mirando?

- ¿Quién es esa tia?

- Creía que la habrías visto cuando han entrado enrollándose.

- Estaba ocupada buscando un sitio donde no nos vieran.

- Muy acertado. - dije irónicamente.

- ¿Pero cómo puede haber acabado con esta tia? Qué bajo ha caido.

- Irradias humildad. - giró la cara para mirarme, quedando a varios centímetros.

- Mitchell.

- Qué.

- Cierra el pico.

- Si me callo tendré que escuchar a Joe empotrándose a la fotógrafa del periódico y no me apetece.

- Estamos encerradas en el armario de mi novio, escuchando a mi ex tirándose a otra en su cama, y contigo a 5 centímetros. Necesito que te calles.

- Ah, ¿yo soy parte del problema?

- Sí. - me di cuenta de que en realidad estaba poniéndose muy cachonda, y me empezó a latir más rápido aún el  corazón. Me acerqué a su oído para jugar con ella.

- ¿Y eso por qué? - ella se acercó a mi oido también.

- Mitchell... cállate.

- Cállame tú. - dudó unos segundos y se acercó hasta rozar apenas mis labios y entonces me besó despacio por unos segundos. Luego los besos empezaron a ser más profundos pero a la misma velocidad. Le ardía la cara. Bajé la mano y le acaricié con los dedos la cara interna del muslo de abajo a arriba por debajo de la falda.
Subí despacio hasta rozar su ropa interior, estaba húmeda. Me agarró la camiseta con fuerza y le aparté el pelo para empezar a dejarle besos en el cuello con algún suave mordisco mientras le acariciaba por encima de la ropa interior y se le escapó un suave gemido, luego volví a la boca. En el instante en que oímos un grito de placer fuera del armario me mordió con algo de fuerza el labio inferior. En seguida todo se quedó en silencio. Me asomé por la rendija y vi que ambos desaparecían por la puerta. Nos quedamos en silencio, separadas por escasos centímetros y a una temperatura infernal.

- Se han ido ya. - se apresuró en salir del armario y me miró confusa de brazos cruzados, jugando con un mechón de pelo, mordiéndose el labio.

- Esta vez no vas borracha.

- Es culpa tuya. - dijo sonrojada y con el ceño fruncido, dejando caer el mechón.

- ¿Mia? No era mi plan encerrarme en el armario con tu ex ahí dándolo todo.

- ¿Tenías un plan mejor? - resopló y salió de la habitación sin añadir nada más. De repente cuando iba a salir escuché una conversación en la habitación de al lado, eran Ashley y Lily.
- Comprueba que Chloe ha acabado con ella y le damos la señal a Aubrey, que está abajo esperando. - de repente me cabreé. "¿En serio todo había estado planeado?", pensé. Me sentí utilizada y estúpida. Bajé al piso de abajo y me dirigí a la cocina. Desmond ya se había ido y descubrí que en su lugar Aubrey estaba allí.

- Sabía que algo planeábais.

- Te dije que fueras con cuidado. - de pronto llegó la pelirroja.

- ¿Qué pasa?

- Nada, solo hablábamos. - me miró, se dió cuenta de que yo ya sabía que lo de arriba había sido una estrategia.

- Me tienes tan en el punto de mira que te pierdes asuntos más interesantes.

- Como qué.

- ¿Qué hiciste el sábado por la noche, Beale?

- De qué habla, qué has estado haciendo. - le preguntó Aubrey.

- De nada, no sé de qué habla, iba muy borracha y no me acuerdo. - me miró confundida y molesta.

- Pregúntamelo a mi, yo lo sé. - sonreí con malicia.

- Cuéntamelo. - le exigió Aubrey.

- Está jugando con nosotras, ¿no lo ves?

- ¿Yo?

- Cállate.

- Pues resulta que...

Sin esperarlo para nada me pegó una torta que me cruzó la cara y me borró la sonrisa.

- Joder... me utilizas y luego me cruzas la cara, cada día me sorprendes más, enhorabuena. - salí de allí decepcionada por haber creído que esa chica era de otra forma y me fui de la fiesta.

Mitchell & BealeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora