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Después de la muerte de T/N, TaeHyung se quedó al cuidado de su hijo, Chanyeol. Los días transcurrían lento, debido a que ahora siempre estaban en prácticas

NamJoon había pedido más horas de prácticas, ya que Tae siempre estaba deprimido y había perdido bastante peso. Todo esto de las prácticas eran para volver a tomar su vida de antes.

Con el resto de los chicos era todo normal, por la mañana se levantaban, iban a las prácticas a diario y luego volvían a casa para hacer lo que les gustara.

Con TaeHyung era distinto, se levantaba a ver a su hijo, primero alistaba a Chanyeol y luego se alistaba él mismo.

Ya no hacían las locuras de antes, ahora Tae era "normal". Ya no era el chico alocado y único, ya no le hacía bromas a nadie.

- Chicos -dijo una mañana mientras vestía a su hijo, todos lo miraron para que continuara- ya no quiero formar parte de Bangtan.

Pero TaeHyung ya era un adulto, no podía derrumbarse de aquella forma, pero la tristeza lo consumía, la tristeza abundaba en él. Había perdido a una persona demasiado importante para su vida.

- ¿que dices? -preguntó el líder algo asombrado por lo recién dicho-.

- Lo siento, no estaba pensando -se disculpó Tae con una sonrisa tímida-.

Pero claro, él tenía ganas de dejar su carrera, tenía ganas de dejar toda su vida atrás y ahogarse en su llanto. Pero no haría eso, debía seguir con su carrera, ganar dinero y mantener a su hijo, sería un padre responsable.

La vida después de la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora