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Narra TaeHyung

Ya en el médico estábamos sentados esperando a que nos llamaran. Al escuchar el nombre de Chanyeol, nos pusimos de pie y entramos a la sala.

- Entonces dice que comienza a tener los mismos síntomas que tenia su espo...

- Novia -me apresuré a decir antes de que la enfermera terminara su frase-.

- Los mismo síntomas que su novia -completo por decir- déjeme revisar al pequeño.

Salí de la sala a esperar a que terminaran de revisar a Chanyeol.

- Puede entrar -dijo la enfermera asomada por la puerta-.

Entré y ahí estaba mi pequeño sentado en la camilla.

- ¿estas bien? -él me miró y asintió con una sonrisa-.

Me acerqué a la enfermera para que me dijera lo que ocurría.

- No le puedo decir con certeza lo que tiene su hijo, pero le puedo asegurar de que no tiene ninguna enfermedad.

Sentí un alivio tremendo dentro de mi. Observé a mi pequeño con una sonrisa, se encontraba jugando con sus manitas aún sentado en la camilla.

- Muchas gracias -dije y tomé a Chanyeol en brazos-.

- No hay de que, pero si le vuelve a ocurrir algo, no dude en traerlo -asentí y salí de la habitación-.

Al subir al auto tomé mi celular y llamé a SeokJin.

~ ¿Si? -dijo la voz dentro del celular-.

- Esta todo bien, no tiene nada.

~ ¿encerio? Eso es genial.

- Claro que si, ya vamos a casa.

~ Esta bien, los esperamos.

Guardé mi celular y encendí el auto. Al llegar a casa me bajé del auto y Jimin nos esperaba en la entrada con una gran sonrisa.

- ¿y Chanyeol? -me preguntó observando dentro del auto-.

- Esta dentro -respondí- ya debería salir del auto.

- Pues yo no veo a nadie.

Creí que Jimin me estaba tomando el pelo, pero al abrir la puerta trasera del auto no había nadie.

- Mierda -susurré, pero aún así Jimin logró escucharme- olvidé a Chanyeol.

- ¿Te has estado drogando? -Jimin comenzó a reír y se subió al auto- entra a casa, yo iré a buscarlo.

- ¿seguro? -él asintió-.

Soy un idiota ¿como olvido a mi hijo? Estoy seguro de que subió al auto.

Al poco rato llegó Jimin.

- No estaba -dijo cerrando la puerta del auto-.

- ¿como que no estaba? -pregunté con el ceño fruncido-.

- Que no está. No había ningún rastro de Chanyeol.

Comencé a desesperarme. Tomé mi celular y marqué a la enfermera de Chanyeol. Y no, ella tampoco sabía nada.

Unas pequeñas lágrimas salieron de mis ojos, me sentía mal. ¿Como perdí a mi hijo? ¿Como pude haber perdido a un niño de tan solo 4 años?

La vida después de la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora