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Narra TaeHyung

Ya habían pasado horas y aún no había rastro de mi pequeño, me siento un completo idiota.

- TaeHyung -dijo Jin acercándose con una sonrisa- lo encontraron.

- ¿Q-Que?

Una gran sonrisa se dibujó en mi rostro mientras abrazaba a Jin.

- Creí que no aparecería, ¿donde estaba?

- Nam y Jungkook fueron a dar una vuelta y lo encontraron siendo arrastrado por un hombre -mi sonrisa se fue rápidamente- pero descuida, ya lo traen de vuelta.

Sentí rabia en mi interior, quería matar a ese hombre que se llevó a mi hijo. Que se diera por muerto.

Unos minutos después ingresaron NamJoon, Kookie y Chanyeol por la puerta. Corrí a abrazar a mi pequeño.

- ¿Estas bien? -fue lo único que logré decir mientras las lágrimas amenazaban por salir-.

- S-Si -y mi bebé rompió en llanto-.

- Tranquilo, ya estas conmigo -lo tomé en brazos y lo llevé a la habitación- cuéntame que pasó.

- Papi, lo siento mucho -y siguió llorando- no alcancé a cerrar la puerta del auto y ese hombre me tapó la boca y me llevó con él.

- ¿Recuerdas como era?

- Era muy alto, tenía un lunar bajo su ojo derecho y su pelo tenía pequeños rulitos.

- Creo que ya sé de quien me hablas pequeño, ahora descansa.

Le dí un beso en su pequeña frente y salí de la habitación. Agarré un arma que tenía guardada y tomé las llaves del auto.

Unos pocos minutos después ya me encontraba a fuera de la casa de Jong Suk. Este hijo de puta las pagará.

- Hola, vengo a ver a mi amigo -claro que no era mi amigo- es Lee Jong Suk.

El guardia me dejó entrar, subí por el ascensor hasta llegar a su piso del departamento.

Golpeé la puerta de entrada y me abrió Jong Suk. Me miró asustado al ver el arma que tenía en mi mano.

Lo observé por un momento para poder comenzar a hablar.

- Te llevaste a mi hijo.

- L-Lo siento, yo...

- Despidete de tu vida -subí el arma, apuntando a su cabeza- ¿algo que decir?

- Lo siento.

Quería jalar el gatillo y acabar con esto.

- Lo siento mucho TaeHyung, pero me iban a pagar si me llevaba a ese niño.

Y disparé... Maté a un hombre por haberse metido con mi hijo.

La vida después de la muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora