Under the Moon

5 Desastre

" Es una crisis de pánico". Stark conocía a la perfección aquellas palabras, solía escucharlas como si no fueran nada, además de sus variados significados dependiendo de; los diccionarios, su psiquiatra, su buen amigo Banner, Pepper y Strange. Pero ninguno de ellos conocía aquel oscuro sentimiento que le invadía y terminaba haciendo lo que gustase con el.

Se dirigía a la cocina en busca de un café y un sándwich después de haber pasado toda la madrugada en su taller cuando tropezó con un bolígrafo oscuro que juraba haber visto antes.

-FRIDAY, cariño. Recuérdame devolver éste pequeño artilugio a su legitimo dueño-.

-como ordene, señor- respondió el IA-.

-no puedo creer que con todo lo que gana use algo de tan mala calidad como esto- lo recogió y lo giro entre sus dedos- Murdock, tienes gustos terribles- rió para si mismo-.

Todo parecía totalmente normal hasta que recordó la clara propuesta por parte del abogado para salir en una cita, el beso en la mejilla que le robó sorpresivamente antes de subir al elevador, su afán de conquistarle, era algo normal fingir no escucharle para zafarse de la situación. Recordó a Steve y todo lo vivido con él, sabiendo que no podía volver el tiempo y que éste ya no le amaba. Recordó a Barnes, su mirada triste pero hermosa que fue cambiada instantáneamente por la de sus padres siendo asesinados y eso le revolvió el estómago.

Era el video, era la sangre, era la muerte, eran ésos dos pares de ojos azules viéndole con pesar, era Murdock intentando recibir amor de un lugar vacío. Era todo haciéndole daño aún cuando creía haberlo superado, pero estaba ahí, todo estaba ahí, más vivo que nunca, a la espera de que cayera nuevamente en el juego y aunque hubiera dado cualquier cosa por desmentirlo...tenía que ser realista y admitir que le estaba consumiendo.

Su pecho subía y bajaba con gran rapidez, estaba jadeando y ni siquiera recordaba cuando había comenzado a hacerlo. Intentó avanzar pero solo lograba tropezar arrojando cualquier cosa a su paso. Su visión se nubló, sus manos temblaban e intentaba apaciguarles sosteniéndolas con fuerza sobre el reactor. Olvidó en que parte de su nuevo hogar se encontraba y sin pensarlo dos veces intentó caminar perdido mientras daba tumbos contra todo para terminar cayendo contra la esquina de una mesa de centro

-¿Sr Stark?, ¿Sr Stark, está aquí?- el recién llegado sintió su cuerpo tensarse, corrió hacia el taller y al no encontrar al filántropo se encaminó hacia la cocina. Tony escuchaba a lo lejos ser llamado por alguien, un pequeño murmullo que le resultaba algo familiar-.

-ni...ño... por aquí-.Creyó que se comenzaría a estabilizar pero su mente volvía a sucumbirlo. El chico fue arrojado lejos, estaba tirado en el piso inconsciente, por un segundo creía que no volvería a verle. Era su culpa, el le había obligado a acompañarle a la misión para detener al capitán y su viejo equipo. ¿Estaba herido?, ¿su corazón estaba latiendo?, ¡no estaba respirando!- ¡Peter!- gritó de la nada, se encontraba tan perdido en sus recuerdos que ni siquiera notó la sangre que corría desde su cabeza o que el muchacho estaba a su lado intentando descifrar la escena que le estaba desconcertando hace ya varios minutos-.

-¡¿Sr Stark, qué está pasando?!-sintió un par de manos temblorosas y cálidas tomarle el rostro. Tenía una voz entrecortada, una mezcla de preocupación y ganas de llorar- estoy aquí, Sr. Por favor, por lo que más quiera, míreme-.

Entre nieblas pudo notar que tenía las manos del muchacho sujetas a su rostro mientras éste gritaba su nombre con fuerza y preocupación. O no, nuevamente estaba perdiendo el control. Solo logró detenerse cuando las lagrimas de Parker caían y le oía sollozar cual niño pequeño.