Under the Moon

13 Nueva Era

-Comienzo a creer que desconoces las puertas- le sorprendió mientras se abría paso entre los ventanales que le llevaban hasta la sala-.

-y yo que era el único con insomnio- rió, se quitó el casco y se limitó a ver la silueta de aquél hombre que se mantenía erguido sobre el sofá en medio de plena oscuridad-.

-no deberías de estar aquí.

-que te puedo decir, soy un sentimental y extrañaba a mi viejo compañero de juergas.

-es un mal momento para esto, quizás otro día...-el castaño se encaminó hasta el interruptor y al encenderlo pudo observar un rostro cansado, su traje a penas sujeto por los botones y la copa casi vacía que jugaba entre sus dedos- ¿Qué es lo que has hecho?- se le acercó a tientas, era bastante claro que su nivel de alcohol rozaba al suyo en los años donde regresaba a casa en brazos de algún desconocido. Hacía mucho tiempo que no le veía así- ¿qué ocurrió, Matt?- el nombrado hizo un esfuerzo por seguir el sonido de su voz y dibujar una torpe y dolida sonrisa-.

-es un desastre- suspiró y dio un nuevo trago a su bebida- todo esto es un maldito desastre-.

-eso a simple vista. ¿Es...por la chica?, ¿es por ella que estás así?.

-¿una chica?- rió- ¿aun piensas que hablaba de una chica?. A veces eres demasiado lento para tratarse de un genio, Stark.

-creí que habíamos pasado la etapa donde me llamabas solo por mi apellido- lo examinó en silencio con la mirada- bien, suficiente alcohol por una noche. Vamos- el filántropo se encaminó hasta su lado y gracias a la fuerza de la armadura le tomó en brazos y se dirigió hasta la habitación del abogado-.

-¡¿Qué crees que haces?!, ¡yo no necesito de tu lastima, Stark!.

-no te comportes como un ebrio busca pleitos. No forcejees o podrías caer- haciendo malabares por sostenerle entró hasta el cuarto y lo dejo en el piso con suavidad mientras tanteaba las paredes en busca de algún interruptor que no lograba encontrar- ésta, sin duda, será una buena anécdota para nuestro retiro- sonrió con amargura- aunque supongo que el mío será algo... más apresurado- se detuvo y lo observó, el abogado permanecía en silencio de espaldas a él- no me digas que ya has caído dormido, lo que faltaba- lo movió un poco con la mano y no obtuvo respuesta- Hasta el momento no había conocido a un ser humado con la fuerza suficiente como para ignorarme...pero ve esto.

-¿por qué estás aquí?- articuló de pronto causando un respingo silencioso en el más bajo-.

-bueno, en realidad extrañaba tus sermones y tengo nuevas ideas.

-¿por qué?...

-bueno, voy en camino a eso, solo déjame explicarte mi nuevo plan.

-¡no!, hablo de porqué siempre apareces cuando estoy seguro así.

-la verdad es que hacía años que no te veía así de ebrio, Matt.

-sabes que no hablo de eso. Yo estaba bien aquí, sin ti, sin verte. Yo estaba intentando olvidarme de ti pero cuando ya no quiero tenerte cerca, cuando reúno el valor suficiente como para no seguir jugando a ser el idiota reapareces por arte de magia.

-no creo que seas un idiota. Sino todo lo contrario, Sr abogado- se acercó a la mesa de noche y encendió la pequeña lámpara de lectura para terminar contemplando el desastre que envolvía la habitación. Sus libros, los trajes, las botellas de licor que guardaba sobre una repisa, las fotografías desordenadas que por la escasa luz no eran del todo visibles. Todo era un caos a su alrededor-.

-¿es que no lo entiendes?- de un momento a otro y harto de no encontrar una respuesta, el colorino se puso de pie frente a él- no puedes estar aquí, ¡no quiero que estés aquí!. Han pasado semanas desde la ultima vez que te encontré en el hotel, he intentado todo, ¡absolutamente todo para dejarte ir!- su pecho subía y bajaba a un ritmo alarmante mientras Tony pensaba que el amor no correspondido de su viejo compañero por aquella chica estaba causando demasiados estragos en su vida. Le entendía a la perfección, estaba en plena decadencia y no quería que nadie le viera así. Quizás encontrarle a esas horas de la madrugada si fue ninguna buena idea-.