11. Te dejo ir

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Un tenue hilo de luz se colaba por la ventana incomodando al filántropo, se sentía desorientado, maloliente, agotado y con un sabor agrio que le recorría la boca. Le costó algo de tiempo el sentarse como es debido, miró a su alrededor y supo enseguida que no estaba en su hogar, ni siquiera en el hotel.

-por fin abres los ojos- la voz de Murdock lo tomó por sorpresa pero al menos significaba que estaba bien. La imagen de su viejo compañero siempre lo tranquilizaba- creí que estarías en coma por unas cuantas horas. ¿Hace cuanto qué no duermes como es debido?.

-¿qué dices?. Por amor a las donas, dime que no me secuestraron y te las has tenido que ingeniar para salvarme el trasero porque te juro que enserio comenzaría a odiarme. Sería el cuarto intento frustrado de este año y mira que recién está comenzando.

-¿el cuarto?, ¿por qué no me lo habías dicho antes?- le cortó serio-.

-soy un chico grande, Matt. No necesito rescatístas, para eso tengo mi cerebro y mis muchas armaduras-.

-tú jamás vas a cambiar, Stark- sabía que no ganaría frente a alguien como el castaño así que se limito a frotarse el rostro con ambas manos- bien sr "yo todo lo puedo" rió entretenido mientras le acercaba la bandeja con un café y unas tostadas- estas en mi departamento, no tendrás a una linda chica a tu lado pero es lo que hay. Lamento no ser de los que amordazan y golpean.

-lastima- se bufó- Ahora, ¿qué hago aquí?, lo último que recuerdo es verme entrando a The Paradise por unas cuantas horas y luego todo se volvió confuso- soltó entorpecido mientras tragaba aquella amarga bebida que le hacia sentir vivo otra vez- mierda, hace años que no sentía mi cabeza a punto de estallar.

-hace tiempo que no frecuentabas ése lugar, ¿por qué regresaste?- la pregunta llevaba un dejo de tristeza, el abogado le observó juguetear con unas tostadas y luego cuadrarse de hombros como si nada ocurriera-.

-un momento, ¿Cómo me encontraste?, le prohibí rotundamente a Friday que informara sobre mi paradero- el castaño intentaba actuar molesto pero la jaqueca se lo impedía- Mira nada más, un día los construyes y al otro te traicionan. ¿Sabes?, es genial; el complejo de ultrón es tendencia- soltó irónico-.

-ella no ha informado nada a nadie. Ni a s.h.i.e.l.d o a los vengadores. Lo que pasó es...más bien, que yo... te seguí, tengo conocidos dentro de ese lugar y les pedí que me dejaran entrar.

-¿que tú qué?, por amor a la ciencia, ya ni siquiera me sorprende lo que puede comprar el dinero- el filántropo se terminó el café, al mismo tiempo que su abogado tomaba asiento a los pies de la cama y le escuchaba preocupado-.

-¿es por la resolución?...¿volviste a The Paradise por Rogers y Barnes?.

-ella te lo informó, ¿verdad?. Debí de saberlo, esa pequeña espía es como una piedra en mis zapatos.

-¿ella?.

-a mí no me pongas esa cara de chico bueno que ése es mi papel- le dijo entretenido mientras le apuntaba con su dedo índice- Yo sé a la perfección sobre tu pequeño amorío con arañita- el colorino sintió su rostro arder y solo atinó a reír-estoy seguro de que ella te dijo algo.

-si sabes de eso, deberías de tener claro que no nos llevamos del todo bien- apretó sus puños con un aire nervioso- así que claramente no me facilitaría información, aun si mi vida dependiera de ello. Y ya no intentes desviar el tema, Stark. Te conozco y sé que es tu mejor arma para escapar de la verdad.

-ella es linda- dijo después de pasar unos cuantos segundos en silencio. La verdad es que sonreía silenciosamente al récordarle. No le odiaba, de cierta forma le tenía cariño pero no podía olvidar su pequeña traición durante su pequeña guerra civil- Es una peligrosa y mortal espía rusa, pero linda al fin y al cabo. ¿Cómo es que terminó siendo "cualquier cosa"?.

Under the MoonWhere stories live. Discover now