17 (Final)

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Él estaba dormido, todo estaba muy bien planeado. Tomé un cuchillo de la cocina y llegué a la habitación que compartíamos, sus cabellos caían sobre su rostro mientras tenía una pequeña sonrisa.


¿Quién podría decir que sería la última?

Caminé hacia él, me senté en la cama y acaricié tranquilamente su mejilla, él se acercó a mi mano inconsientemente como un gato. Hacer esas cosas me hacían sentir bien, tanto que olvidaba el mundo.

El mango del cuchillo quemaba en mi palma, así que le susurré en el oido "Muy pronto estaremos en un lugar mejor", nunca había pensado en que podría despertar pero lo hizo, sus ojos entreabiertos me hacían apreciar la ternura que poseía, tan característica de él.

"¿Qué haces, bebé? Ven a dormir" Murmuró con suavidad aun ajeno a la sitación, sonreí tranquilizandolo y besé su frente, un sonrojo llegó a su rostro. 

Abrió los ojos tan abruptamente cuando vio el cuchillo, antes de que pudiera gritar le tapé la boca mientras el cuchillo entraba en su cuerpo una y otra vez hasta que sentí la paz de él.

Con una abrumadora felicidad me acosté a su lado abrazando su cadaver.

El cuchillo cortó con suavidad mi garganta, empecé a escupir sangre, sentí todo lo que nunca antes había sentido, la paz que tanto esperaba estaba tan cerca que...

Y caí en una gran oscuridad.

Miré a mi alrededor, o eso sentí hasta que una mano tocó la mía, una hermosa luz me hizo sentir su calidez nuevamente, ahí estaba el amor de mi vida.

Mi hermoso ángel.

Len Kagamine. 

Llegamos a un camino lleno de flores, de las plantas más hermosas que podría haber visto una vez.

—Len... Ahora estaremos juntos por siempre ¿Verdad? —Pregunté con lágrimas cayendo por mi rostro mientras sonreía.

—Sí, para siempre. Nunca pensé que te atreverías a hacer eso pero me alegra—Respondió con su voz que hace mucho no escuchaba.

—Te necesitaba de vuelta, nada fue igual después de eso—Toqué su mejilla en un gesto cariñoso, uno de los que tanto el gustaban, entonces se acercó más a mi mano como siempre, como un pequeño gatito.

—En serio lo siento... Pero dejemos eso de lado—Dijo y asentí.

—Claro, ahora vamos a algún lugar para hablar mejor de todo.

Nos sentamos en el cesped y así seguimos, juntos.

No sabemos cuánto tiempo ha pasado pero algo que sí sabemos es que nada nunca más nos separará porque estamos destinados a estar juntos.

Estaremos juntos en todas las vidas que tengamos.

Juntos por siempre...


Ángel 『KaiLen』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora