Extra

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El sonido del agua cayendo al suelo y dos cuerpos empapados ignorando el mundo que les rodeaba.

—Seremos padres... —Susurró con la emoción y alegría en su voz, el rubio asintió quedamente, una sonrisa en su rostro, brillante, amorosa.

—Lo seremos, Kai ¡Seremos padres! —Se besaron con el amor dentro de ellos explotando en miles de pedazos con el deseo oculto de gritar a los cuatro vientos sus sentimientos.

Sus ojos se encontraron, amaban con todo de ellos, amaban sin límites o miedo.

Amaban por sobre todas las cosas.

Dos oceanos distintos chocaron, mundos distintos; imperfectos colisionaron para complementarse llevando a aquella pareja ser lo que muy pocas logran.

A uno de ellos la cordura era escaza, casi inexistente mientras que al otro el cariño, el amor era algo desconocido.

Un alma sollozante que sufría la cruda realidad del mundo encontró la calidez de un abrazo, aprendió a amar como un niño, puro e ingenuo, como una nueva vida en un cosmos inexplorado e inexplicable.

Otra alma alejada de la realidad, perdida en las alucinaciones, donde las voces y las mentiras que contaban eran su única verdad, escondiendo sus pesadillas, sus tormentos eran callados, encerrados en una pequeña caja dejanda al fondo de su corazón para al menos vivir de una forma "normal", ignorando todas las cosas que le rodeaban.

El que sufría por el mundo real le dio un poco de realidad al que sufría por el inexistente universo que su mente le daba.

El que sufría por su enfermedad le dio amor a quien nunca había conocido una caricia.

Ambos complementaban el ser del otro, ambos creaban un balance perfecto entre ellos y ahora contaban con la gran sorpresa de que podrían dar algo de ellos a dos nuevos ángeles.

Darían todo por ellos y si eso significaba desaparecer de sus vidas, lo harían con tal de que así llegara la felicidad a sus pequeños corazones, que sus sonrisas no se borraran y que el mundo albergado dentro de ellas fuera perfecto.

Porque ellos eran perfectos, tanto que no tenían un lugar para ellos en ese globo lleno de las emociones incomprensibles, de los seres humanos incompletos que buscaban el lugar al que pertenecían.

La perfección comprender tantas cosas, tantas opiniones y posibilidades que el orbe entendiera la verdadera definición de esa palabra era una en un millón.

Por eso se marcharon.

Por eso sus almas descansaban juntas donde nada podía herirles.

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Dejaré este pequeño extra como agradecimiento a las mil y algo de leídas, espero fuera de su agrado :3

¡Muchas gracias!

~Sofía~

Ángel 『KaiLen』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora