-¿Me queda bien el vestido Lady Margaret?
- Le queda magnifico, felicidades desde ya, me siento tan feliz de presenciar como usted se vuelve toda una mujer cada vez mas.
*Conviví con esta mujer mas de cuatro años es la primera vez que la veo alegre por algo... y es por esta fiesta de compromiso. A pesar de que fue lo mas estricta, seria y cruel conmigo admito que llegue a quererla, compartimos muchos momentos, y me enseño a comportarme ante todos. También confieso que me gusta ver como todos se callan al ver que me comporto a la altura de mi título, antes solían criticarme por mis actitudes infantiles.
La madre de Elizabeth ingresa a la habitación...
- ¿Ya esta lista? Ya están empezando a llegar los invitados.
- Ya casi estamos por terminar de prepararla, igual seria prudente que salga cuando llegue el prometido... - le responde Lady Margaret.
- ¿No llego aun? - con cierta voz de preocupación habla la joven prometida.
- Supongo que mi sobrino esta en camino... mientras tanto apúrate Lizzy, yo debo ir a atender a los invitados junto con tu padre. - Elizabeth asintió con la cabeza.
Lady Margaret junto con otra empleada de la casa terminaron de peinar a la joven, por ultimo le colocaron los zapatos. Lizzy se levanto de su asiento y se dirigió a verse al espejo. Llevaba puesto un vestido rosa claro, con un listón fucsia entre el corsé y la falda. Ademas se coloco unos pendientes que le obsequiaron cuando se encontraba fuera de Londres. Los zapatos también provenían de una compra que realizo durante ese tiempo, eran color rosa pastel con un tacón que no hacia incomodo caminar o bailar. Finalmente llego el mayordomo Midford a notificar que Ciel había llegado. El Conde ingreso por la puerta posterior, para que nadie lo vea antes, el plan era que él junto con su prometida se presentaran juntos al salon donde estaban los invitados. Lizzy sentía como su corazón se agitaba, después de aquella vez en la que se quedo en la casa del joven no se habían visto. Ella recordó que una conversación había quedado pendiente entre ambos.
Elizabeth bajo las escaleras hacia donde estaba Ciel. Él estaba mas que elegante, llevaba con traje gris con una camisa blanca impecable. Su traje llevaba e mismo estilo que la ropa que suele usar habitualmente pero con un estilo mas adaptado para la ocasión. Lizzy lo saludo y él hizo lo mismo, luego ella paso su brazo a través de el de él y se fueron hasta la puerta del gran salón, la cual esta cerrada. Sebastian hizo el honor de abrir la puerta y los prometidos ingresaron, todos los presentes se detuvieron a observar a la pareja y aplaudir. El padre de Lizzy se coloco al lado de su hija y pronuncio unas palabras:
- Estoy mas que orgulloso de decir que Elizabeth y Ciel contraerán matrimonio el día doce de Abril, ambos son mi gran orgullo ¡Felicidades!
- Muchas gracias Señor. - Dijo Ciel con un poco de timidez. Del otro lado del salón estaba Sebastian observando todo con una gran sonrisa mientras ayudaba a servir a los invitados.
- Gracias padre, y gracias a todos los presentes por venir, disfrutemos de esta fiesta que mi madre decidió ofrecer. - luego de estas palabras muchos se acercaron a los prometidos para felicitarlos personalmente y hacer preguntas sobre la boda, aunque estas preguntas no podían ser respondidas por el simple hecho que aun no habían comenzado con la preparación, aun faltaban meses. A lo lejos una joven mujer no estaba tan alegre por todo esto, estaba con una copa de vino en la mano observando fijamente a Elizabeth.
- Comienza cuando quieras, pero que sea discreto, Calima.
- Como desee, déjeme que siga fingiendo ser su acompañante y cuando la muchacha de cabellos rubios y rizados este desprevenida cumpliré con mi trabajo. - Calima pensaba acotar algo mas pero se callo al que un hombre vestido de negro y bastante alto se acercaba.
- Señorita Miranda, que bueno encontrarla aquí ¿Desea algo?
- No, muchas gracias, dentro de un rato me acercaré a felicitar a los prometidos, solo que ahora estan bastante ocupados con los otros invitados. -Sebastian hizo una reverencia y antes de irse miro fijamente a la mujer que estaba junto con Miranda y continuo su camino.
Lizzy y Ciel se encontraban distantes uno del otro ya que cada uno se encuentra conversando con alguien. Miranda se acerco a Elizabeth.
- Felicidades Marquesa, parece que tendrá un buen marido a su lado. - su mirada se fe hacia el Conde que estaba del otro lado del salón, ante esto Lizzy decidió agradecerle y continuar con su camino.
Calima observo a Miranda y esta le hizo una señal con la cabeza, Calima la interpreto. La mujer misteriosa se acerco a Elizabeth.
- Señorita el Conde Phantomhive me dijo que quiere conversar con usted en el patio trasero, lejos se los invitados y que dentro de un rato él estará allí.- Lizzy miro a su prometido y este le sonrió.
- Muchas gracias por notificarme... ¿Usted es?
- Una simple invitada que conoce al joven Conde. El mayordomo de él me pidió que le diga esto, ya que se encontraba ocupado.
La joven prometida logro alejarse de los que la rodeaban con la excusa de ir al baño, pero al salir del salón se fue hacia el patio trasero. No había nadie allí, estaba algo oscuro. Lizzy se quedo observando la luna mientras esperaba, detrás de ella una sombra se iba acercando cada vez más.
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¿Amor o Deber? - Ciel y Lizzy
Romance[completa/finalizada] Esta historia se centra cuando la Marquesa Elizabeth Midford, después de unos años alejada de Londres, regresa con la idea de afrontar su compromiso con el Conde Ciel Phantomhive con una mirada mas adulta y responsable. En cami...