Capítulo 14

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Elizabeth escucho que detrás de ella alguien se acercaba, se oía como las pisadas sobre el pasto húmedo por el rocío iban avanzando hacia ella. No quiso dar la vuelta. Las pisadas se detuvieron al llegar hasta la joven. Una mano toco agarro el brazo de Elizabeth y ella volteo por instinto, se encontró con unos ojos azules mirándola. Ciel la abrazo, la abrazo como nunca lo había hecho antes, ella correspondió mientras sus ojos se llenaban de lagrimas. Luego de un rato Ciel se distancio y pronuncio unas palabras...

- Volvamos a la fiesta... 

- ¿No me citaste para hablar?

- ¿Es lo que deseas?

- Si, cada vez te comprendo menos.

- Bien, déjame hablar entonces. Estuve pensando seriamente sobre nosotros, y realmente me gustas, me cuesta admitirlo pero es cierto, estoy feliz de que seas mi compañera y la mujer con la que me voy a casar. Me enamore en el momento que me mostraste lo importante que era yo para ti, también en aquel barco cuando mostraste que no eras una niña tonta y ya, que eras fuerte y que realmente me aprecias, te amo, lo confieso. - Lizzy sonrió antes tales palabras y lo abrazo, el la tomo de los hombros, la separo un poco de él y se acerco a sus labios. Ciel la beso, y esta vez fue un beso mas que apasionado, Elizabeth coloco sus brazos sobre los hombros de su prometido y él la tomo por la cintura. Luego al terminar el Conde insistió en volver a la fiesta y ambos regresaron adentro. 

Durante todo esto Sebastian se encontraba detrás de una pared con Calima. Antes de que llegara Ciel ella se estaba acercando a Elizabeth con la intención de asesinarla, pero Sebastian lo impidió sin que Lizzy notara algo. Él había visto como la supuesta acompañante de Miranda se acerco a la joven para hablar y como ella se retiro de la fiesta, inmediatamente le notifico a su joven amo de que Elizabeth se retiro de la fiesta y que él debía seguirla. 

- ¿Que crees que haces? Sabia que te conocía de algún lugar... ¿Ahora te haces llamar Sebastian no?

- No es de mi interés que haces de tu existencia, solo te puedo decir que no interfieras en los asuntos que tienen relación con el Conde Phantomhive, de lo contrario te enfrentaras a mi...

- ¿Eso incluye a la muchacha esa? No te equivoques Sebastian, yo no te tengo miedo, tengo hambre de almas y para obtener una solo necesito matar a esa tonta jovencita.

-¿Acaso es eso lo que te pidió la señorita Miranda?

- La muy tonta me dará su alma a cambio de que ella logre casarse con el tu amo.

- Definitivamente debe ser muy boba como para ofrecerte su alma por un trabajo tan simple como matar, es un trabajo que cualquiera hace. Lastima que no podrás cumplirle, la Marquesa también esta bajo mi protección, ademas ni matándola lograra que mi amo desee casarse con ella.

- Es ahí donde entro yo... ¿Que te parece que si en vez de discutir llegamos a un acuerdo?

- No, mi amo se casara con Elizabeth Midford, y si te atreves a interferir de cualquier modo tu existencia acabara.- el mayordomo se retira dejando atrás a Calima que lo mira con mucho odio y desprecio.

En el gran salón había una orquesta que tocaba, Ciel y Lizzy bailaron juntos, muchas jóvenes y señoritos presentes sintieron una gran envidia de lo bien que lucían ambos juntos, se veían muy cómodos el uno con el otro.

- En unos días es tu cumpleaños... si no tienes nada que hacer ese día me gustaría visitarte...

- Seria un gusto que vengas. No es lo mismo mi cumpleaños sin mi prometida entrando con toda la felicidad el mundo a la mansión phantomhive.

¿Amor o Deber? - Ciel y LizzyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora