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Capítulo 8: Killer.

advertencia: capítulo especial más largo de lo usual, una disculpa por mi ausencia.

"Como sabes, mi voz te excitará. Ya sea un chico o una chica, mi lengua te hará venir".

BTS Cypher Pt. 3: KILLER – BTS.

D I A   1 8  :  L U N A ' S    O V E R D O S E   -   S P E C I A L   C H A P T E R   I

D I A   -   B T S  |  L U N A

Los chicos entraron en el territorio no explorado de su apartamento, encontrando diferentes cosas que les llamaron mucho la atención. A todos les fascinó la vista que se obtenía a través de las paredes de vidrio polarizado que ocupaban el límite del apartamento, las cuales otorgaba una vista a la ciudad digna de un vigésimo piso.

Monster recorrió la extensa colección de libros que las chicas poseían, acomodadas en una biblioteca que ocupaba toda la pared del comedor. Jin vio la moderna cocina como un niño vería un parque de diversiones, la ambientación en blanco y negro le daba un toque mucho más sofisticado, a pesar de que esto fuera casi imposible. Suga se detuvo ante la colección de música de Luna, fascinado al encontrar vinilos, mixtapes y CDs que abarcaban desde música clásica hasta death metal, podía reconocer a una hermana melómana con una colección así. J–Hope se dirigió hasta la sala, contemplando un platón de manzanas rojas que descansaba en la mesa de centro de esta, la cual estaba rodeada por un enorme sofá en forma de media luna, todo en ese lugar era estéticamente placentero. Jimin miró la parte de la sala donde Lena pintaba, curioso por el cuadro mantelado frente a él, la obra más reciente de Lena, la cual aún no había terminado. V se distrajo con la colección de comics de Dana, sorprendiéndose de la cantidad y la calidad de los que tenía y distrayéndose con unos cuantos sketches sin finalizar que Dana, Lena y Luna dejaban al fondo de la repisa. Mientras que Jungkook se quedó viendo las fotos que adornaban las paredes de casi todo el lugar, sorprendido ante unas hermosas fotos de Lena y Dana, las cuales confirmó luego de ver una Cannon muy parecida a su antigua cámara, habían sido tomadas por Luna. También le gusta la fotografía, pensó sonriendo.

Las tres chicas miraron enternecidas, para luego reparar en lo que los jefes habían dejado, una serie de paquetes y bolsas de papel apiladas a un lado del ascensor. Luna sintió un ligero aumento de su mareo al ver tanto blanco y pensar en qué podría venir en los paquetes, y supo que debía ir al baño antes de vaciar su bilis en el pasillo. En una carrera sin oponente, corrió lo más rápido que pudo hacia su habitación, atravesando fugazmente el campo de visión de los chicos y atravesando la puerta azul de su habitación a una velocidad nunca antes vista, llegando a su baño y expulsando todo el vago contenido de su estómago en el inodoro, de repente perdiendo el sentido de la orientación.

El lugar empezó a darle vueltas, mientras la poca cordura que le quedaba dedujo que todo aquello era gracias a la heroína que había consumido para salvar a Jungkook del episodio que ella actualmente vivía. Sin pensarlo dos veces, llevó su dedo índice a su boca, provocándose el vómito repetidas veces, hasta asegurarse que ya no quedaba nada más en su estómago que los ácidos producidos por este. Cayó al suelo, agotada. Había pasado un largo tiempo desde la última vez que se había provocado el vómito, y el recuerdo logró asquearla aún más. Ya estaba segura, no quedaba nada en su estómago. No después de haber vomitado tanto que su garganta había perdido el reflejo antes usado.

Se despojó de su ropa y entró al baño, abriendo la regadera con caída de lluvia que rápidamente dejó salir abundantes gotas continuas de agua fría, tratando de lavar el sentimiento de cercanía a la muerte que se había apoderado de ella. Vio el agua caer por su cuerpo, la que caía de su cabello estaba ligeramente coloreada de morado debido a la tiza que había usado en su cabello esa mañana, pero no le importó. Lavó su cuerpo y cabello unas diez veces, intentando purgarse por completo y consiguiéndolo luego de sacar todo aquel jabón de su cuerpo. Tomó la toalla colgada a un lado de la ducha y tomó la más pequeña para enrollarla en su cabello. Obviamente, Luna no era estúpida, la toalla que usaba en su cabello era negra. Salió del baño y tomó un suéter que encontró tirado en su closet, el cual le quedaba como un vestido. Sin embargo, luego de ser invadida por un ataque de frío, agregó a su atuendo unas mayas negras y unos calcetines de lana azules, los más gruesos que tenía.