"Fue la primera fisura en las columnas sobre las que se sostuvo mi infancia, que cada individuo debe destruir antes de poder convertirse en sí mismo. Tales fisura y rasguños vuelven a crecer juntas, sanan y se olvidan. Pero en los rincones más secretos, continúan viviendo y sangrando".
여긴 다른 말을 하는 다른 고래들 뿐인데
Sólo hay ballenas completamente diferentes, que hablan con palabras completamente distintas
V
Abre tus alas.
Abre tus alas, Luna.
Nuevamente se encontró en un cambio de escenario, esta vez se trataba de un pasillo oscuro, donde sólo podía observar una luz proveniente de alguna puerta cercana. Luna caminó lentamente hacia ella, preguntándose de quién se trataría este trozo del sueño, pues había llegado a la conclusión de que aquellos debían de ser, de alguna manera u otra, recuerdos traumáticos que llevaron a los chicos a ser lo que son ahora, a tener la imagen pública que tienen gracias a todo aquel desprestigio.
Una puerta se abrió, una silueta delgada entró a través de ella y pasó justo frente a Luna como alma que lleva el diablo. Entonces Luna empezó a escuchar audios distorsionados, gritos desgarradores, insultos degradantes, y por alguna razón percibió una peste a alcohol. Trató de seguirle el paso a aquella persona, hasta entonces desconocida, pero se congeló cuando vio su cara iluminada por la luz que emanaba la habitación.
Ese chico, iracundo y volátil, era nada más y nada menos que su adoración, Kim Taehyung.
Contempló como el chico intentaba frenarse, poco a poco acercándose a él para ver lo que sus ojos veían. Habían dos hombres, discutiendo con dos mujeres. De repente, la escena cambió por un segundo, mostrando a Taehyung abrazado a una joven que no paraba de llorar, con la cara golpeada, mientras intentaba dormir. Detrás de ella, tirado en el suelo con aires de miseria, se hallaba el que supuso era su padre. La escena volvió a donde estaba, era la misma habitación, esta vez con la participación de dos personas más: la madre de Taehyung y el esposo de su hermana. Luna pudo ver como Taehyung rompió una botella contra el marco de la puerta, derramando el poco contenido que le quedaba en el suelo y tirando sus restos en todos lados, uno de ellos cayó en la mano de Luna.
Y por alguna razón, a pesar de que se tratara de un sueño, le dolió y le hizo sangrar.
Pero el dolor pasó a un segundo plano cuando Luna finalmente juntó todas las piezas, dándose cuenta de lo que estaba a punto de presenciar: este fue el crimen que sentenció a Taehyung.
- ¡IMBÉCIL, NO VAS A GOLPEARLA NUNCA MÁS!- gritó, iracundo.
Lo próximo que Luna pudo ver fue la botella enterrada en el pecho de su padre, sangre emanando de la brecha que había abierto en su piel, su yerno intentando pelear contra V y consecuentemente, terminando con la botella clavada de igual forma. Las mujeres gritaban, traumatizadas con la escena, rogándole al chico que se detuviera. Pero aquel frenesí, aquel trance provocado por la rabia, era algo de lo que Taehyung ya no podría salir.
El estigma que nunca podría ser borrado de su piel.
Una, dos, tres, cuatro, cinco apuñaladas contó Luna, con lágrimas en los ojos por la seriedad de la escena. Los ojos de su padre, a los que miraba fijamente, finalmente perdieron el brillo. Y fue entonces cuando cayó en cuenta de lo que había hecho, tiró el cuello de la botella y dio un paso atrás, con una expresión que lo único que expresaba era terror; terror a sí mismo y a lo que había hecho. Vio la sangre en sus manos, de aquel hombre que lo había traído al mundo, que hace unos minutos había golpeado a su madre y a su hermana hasta hacerlas sangrar, ambas estaban en el suelo, abrazadas la una a la otra, presas del pánico.
Taehyung salió corriendo del lugar, incapaz de creer lo que acababa de hacer. Corrió tanto que para Luna fue difícil seguirle el paso, pero supuso que la magia de los sueños la había ayudado. Llegó a una habitación oscura en el medio de la nada, únicamente habitada por un colchón y un televisor antiguo. Empezó a llorar a gritos, aterrorizado, asqueado al ver sus manos llenas de sangre. Se tiró al suelo, cubriendo su rostro con sus manos. Luna colapsó al verlo tan absorto en su propio miedo, tan susceptible a sus inseguridades, e hizo algo que no había hecho con ninguno de los chicos en sus más crueles recuerdos. No sabía si consolaría el llanto desgarrador de Taehyung, pero su alma lo pedía a gritos.
Corrió hacia él y lo cubrió con sus brazos desde su espalda, sintiendo las subidas y bajadas de sus hombros con sus pesados lamentos. De repente, sintió unas manos sobre las suyas, todavía pegajosas por la sangre en ellas. La suave voz de Taehyung empezó a entonar una canción, que para ese entonces seguramente apenas debía de estar en creación, pero lo que terminó de destruir a Luna fue que las que salieron de su boca eran las últimas líneas, las que más profundamente le habían llegado.
- Déjame ser castigado, perdóname por mis pecados, por favor.
Sin darse cuenta, como si de una película se tratase, el sol salió y ella despertó abrazada al cuerpo de Tae, quien seguía sorbiendo su nariz. El entonces castaño tomó su teléfono, y con las manos temblorosas marcó una serie de números para luego presionar el botón de llamar. El tono sonó dos veces antes de que se escuchara una voz al otro lado de la línea.
- Kim Taehyung, ¿dónde estás? -Luna pudo reconocer la preocupada voz de Jimin al otro lado de la línea-. No dijiste a dónde ibas, tu hermana no contesta su celular y se llevaron a Jin y a Monster ayer.
V retuvo sus sollozos lo mejor que pudo, pero el silencio solo alteró más al chico.
- V, respóndeme, por favor- le suplicó, con un tono de augurio que le hizo saber a la espectadora que Jimin estaba al borde de las lágrimas.
Taehyung suspiró, dos lágrimas brotando de sus ojos.
- Perdóname.
El silbido volvió a sonar, distorsionando la percepción de Luna de unos fuertes golpes en la puerta.
Abre tus alas.
Abre tus alas, Luna.
4/10.
Love yourself;
- D xx
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sinners | bts.
FanfictionTras una situación traumática y en medio de un delirio por la libertad, Dana Chase, Lena Harries y Luna Miller toman un vuelo sin retorno a Seúl, donde encontraron todo lo que esperaban encontrar, a excepción de lo más importante de la lista: aventu...