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Capítulo 12: Alas - 2: Lie.

"La casa de mis padres formaba un reino. Este reino me era familiar en casi todos los sentidos. Madre y padre, amor y severidad, comportamiento modelo y escuela".  

길을 알려줘, 날 좀 멈춰, 날 숨쉬게 해줘

Por favor, detenme; por favor, guíame; por favor, déjame respirar

J I M I N

Abre tus alas.

Abre tus alas, Luna.

- ¡En punta, Park Jimin! ¡Es la cuarta vez que te lo repito!

El ambiente cambió drásticamente, enviando a Luna de nuevo por lo que parecía un viaje en el tiempo. El ambiente en el que se encontraba le recordó a su academia de ballet de cuando era pequeña, con aulas frías y una molesta pista de piano pregrabada llenando el silencio en el aula. Había una mujer, imponente y con cara de pocos amigos, que caminaba de un lado a otro gritándoles a los chicos que practicaban en las barras. Pero uno en particular, una cabeza de dueño de mejillas regordetas y cabello negro cortado como champiñón, logró captar su atención. Esa era una versión mucho más joven y de cabello virgen de Park Jimin, y Luna no entendía cómo podía verlo así.

Pero algo era seguro: Lena hubiese disfrutado mucho la imagen del trasero de Jimin en mayas.

Sin embargo, aquel paraíso personal del cual Luna secretamente disfrutaba fue cortado de nuevo por la fuerte voz de la mujer, dirigida al chico con un espantoso y nasal acento francés, que parecía más falso que los labios de la señora.

- ¡JIMIN, QUE PONGAS EL MALDITO PIE EN PUNTA! ¡PUEDES ROMPÉRTELO SI QUIERES, PERO LO QUIERO EN PUNTA!

Acto seguido, propinó un golpe en la pierna del chico, tan fuerte que sonó como un latigazo, pero de repente la imagen cambió, y Luna no tardó en asquearse. La mujer tenía a Jimin atado de las manos para que no la tocase, vendado de los ojos y con una mordaza en la boca. Y cabe destacar que la ropa del chico yacía rota en algún lugar del suelo del estudio mientras aquella mujer jugaba con él, dejándolo sólo en ropa interior. Se sintió tan mal por no poder ayudarlo, no pudo evitarlo. Jimin merecía más que eso.