Abrí los ojos despacio. Los rayos del sol eran muy fuertes que solo los tenía entre abiertos. Jin estaba parado junto en la puerta hablando con un señor ya mayor qué nunca había visto en mi vida.
"Muchas gracias," le dijo Jin al señor.
Él señor salió de la habitación.
Jin me miró y se dio cuenta que estaba despierta. Se acercó a la cama.
"¿Como te sientes?" Preguntó.
Me pare para poder sentarme. Aún me sentía que todo me daba vueltas.
"Bien," mentí.
"Te desmayaste y estuviste inconsciente por casi una hora," informó.
Después algunas cosas vinieron a mi cabeza y pude recordar lo que había pasado.
"¿Quién ere ese señor?" Pregunté.
"Es el doctor de nuestra empresa," respondió.
"¿Llamaste a un doctor?" Pregunté sorprendida.
"Te desmayaste por una hora no sabía que hacer y lo único que se me ocurrió fue llamarlo," informó.
Negué con la cabeza. Nunca en mi vida había venido un doctor hasta mi casa. Jin exagero.
"Dijo qué estás muy estresada. Necesitas comer y descansar más," añadió.
"Pero ya me siento mejor," dije.
"Pero aún tenemos que llevarte al hospital para que hagan algunos estudios porque él doctor te ve un poco mal," dijo Jin un poco serio.
"No es para tanto y además no tengo dinero para eso, recuerda que no tengo trabajo." Expliqué.
"Para eso estoy yo. Yo voy apagar todo," dijo Jin.
Negué con la cabeza.
No podía con Jin. Sabía que lo que le dijera no lo iba a cambiar de opinión.
"Amor, ya sabes qué no me gusta que gastes tu dinero en mi." Dije.
Él se sentó en la cama y tomó mi mano. Me miró directamente a los ojos.
"Por ti daría todo mi dinero, fama y hasta mi vida." Jin sonrió.
"No digas eso," dije.
Él se inclinó hacia mi y después beso mi frente delicadamente. No pude evitar sonreír.
"¿Tienes hambre?" Preguntó.
"Se me antojó una hamburguesa con su papas y una malteada de fresa," dije.
"El doctor dijo que tienes que comer bien, así que te voy a preparar una ensalada." Jin sonrió.
"¿Una ensalada? No me voy a llenar con una ensalada," dije.
Jin me río a carcajadas.
"Es por tu bien," dijo.
"¡Ugh!" Me quejé.
"Y mañana iremos al doctor para que hagan los estudios," informó.
Hace mucho años que no visitaba un hospital. Al última vez que fui fue cuando Mina nació.
"Está bien," dije rodando los ojos.
Él sonrió.
"Bueno te voy hacer tu ensalada," dijo.
Besó mis labios y después salió del cuarto.
Me quedé pasmada por un rato hasta que escuché sonar mi teléfono. Brinque del susto. Lo tomé y me di cuenta que era Jimin él que me estaba llamando. No sabía si contestarle o ignorarlo.
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Seré Un Buen Padre, Lo Prometo
FanfictionÉl desapareció sin dejar ningún rastro cuando se enteró que estaba embarazada. Nunca necesité de él pero ahora tengo que buscarlo para que se haga cargo ya que su pequeña lo quiere conocer.