Capitulo 2

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Llegué a mi trabajo un poco desanimada. La noticia me afectó mucho. Prometí nunca llorar más por Jimin pero sentía tantas ganas de llorar. Estaba totalmente destrozada.

"Tienes que ser fuerte," me dije a mi misma.

Tomé un poco de aire y entré al restaurante en el cual trabajaba de mesera. Me puse mi mandil y empecé a trabajar. Estaba tan ocupa qué olvide por completo la noticia sobre el noviazgo de Jimin.

"Ve a pedirle la orden a la mesa siete," uno de mis compañeros me ordenó.

Tomé los menús, mi pequeña libreta y mi lápiz, y me dirigí a la mesa. Eran tres chicos. Uno de ellos tenía el cabello negro, su piel era pálida y era el más bajo de los tres. El otro tenía el cabello café y estaba un poco musculoso. Y él último tenía el cabello café también y parecía muy amable.

"Hola, aquí están los menús," dije sonriendo dándoles los menús.

"Gracias," uno de los chicos respondió con una sonrisa.

"Cuándo estén listos para ordenar pueden presionar el control que está en la pesa," les informé y después me dirigí a la cocina.

"Qué suertuda eres," dijo una de las meseras cruzando los brazos.

"¿De que hablas?" Le pregunté mientras limpiaba.

"Atendiste la mesa siete," respondió.

"Es mi trabajo," respondí con un tono sarcástico.

"Atendiste a Suga, Jungkook y Jin de Bts." Dijo ella.

Dejé de limpiar y me quedé confundida. ¿Bts? ¿Aquí en un restaurante común? ¿Jimin está aquí? Esas y otras preguntas estaban llenando mi cabeza. Mi corazón empezó a latir cada vez más fuerte. Empecé a sudar. Sentía como un cosquilleó por todo mi cuerpo. De la nada un pequeño timbre se escuchó en la cocina.

"Es la mesa siete," dijo ella.

"¿Qué?" Pregunté confundida.

"Ve y toma su orden," dijo.

Tomé un poco de aire y salí de la cocina. Empecé a caminar y sentía como mis piernas me temblaban. Tenía miedo de que Jimin apareciera.

"¿Qué.... qué ordenaran?" Pregunté nerviosa.

"Yo solo quiero un jugo de naranja y pancakes," el chico de pelo negro dijo.

Escribí su orden nerviosa. Los tres se dieron cuenta ya que se miraban entre ellos y sonreía.

"Yo también quiero lo mismo," el del cabello café, musculoso dijo.

"¿Por qué me estás copiando?" Él chico del cabello negro le preguntó al chico de cabello café.

"Hyung, no te enojes." Respondió el chico riéndose.

"¡Ah!" Él chico de cabello negro se quejó.

"Ignóralos," él otro chico de cabello café dijo con una dulce sonrisa.

"Está bien. ¿Me puedes dar tu orden?" Dije.

"Yo solo voy a pedir un café, un jugo de naranja y una hamburguesa." Dijo.

Asentí y escribí todo. Después me dirigí a la cocina para darle la orden al cocinero. Pasaron diez minutos y la orden ya estaba lista. La llevé a la mesa.

"Muchas gracias," él chico de cabello café dijo sonriendo.

Su sonrisa era hermosa. Todo de él era hermoso.

"De.... de nada," dije nerviosa.

Él sólo sonrío.

Estaba en la caja registradora acomodando todo. No podía concentrarme y hacer bien mi trabajo. Sentía sus miradas encima de mi.

"¡LA CUENTA!" Gritó el chico de cabello café, musculoso exageradamente.

Tomé su cuenta y me dirigí a su mesa. Ellos sólo me miraban como si esperaran qué cometiera un error.

"Aquí está su cuenta," dije poniendo el recibo en su mesa.

Él chico de cabello café la tomé pero después de verla se la pasó al chico de cabello negro y el hizo lo mismo dándosela al último chico.

"¡Ah!" Él chico se quejó.

Los chicos se empezaron a reír incluso yo.

"Esto me pasa por sé amable," él dijo.

Él sacó su cartera y después pago. Tomé el dinero y después me fui a la caja registradora. Ellos se fueron minutos después. Estaba contando el dinero cuando uno de ellos regreso y se acercó a mi.

"Por cierto, mi nombre es Jin." Dijo sonriendo.

"¿Cuál es tu nombre?" Preguntó.

"¿Mi nombre?" Pregunté confundida.

El asintió sonriéndome.

"Jessie," respondí.

Él tomó el lápiz y la libreta que estaban sobre el mostrador y empezó a escribir algo. Segundos después me entrego el lápiz y la libreta. Me guiñó el ojo y después salió del restaurante. Mire a la libreta y mire un número de teléfono con una nota que decía, "llámame." Estaba totalmente confundida. ¿Como se pudo fijar en mi? Puse el número en la bolsa de mi pantalón. La verdad no me haría ningún ilusión ya que cuando se enteré que tengo una hija y que el padre es Jimin me dejará.

Seré Un Buen Padre, Lo PrometoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora