Capitulo 10

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Pasaron dos semanas en las cuales fueron todo un sueño. Jin y Mina se llevaban de maravilla. Mina comenzó a tomarle cariño a Jin que incluso llamó a su oso de peluche Jin. Había veces en las cuales Mina llamaba a Jin papá Jin.

Jin y yo empezamos a desarrollar algunos sentimientos. Él era muy lindo conmigo y con Mina que fue fácil que yo cayera. Siempre tenía detalles conmigo, me traía flores, chocolates, cartas, y otras cosas lindas. No podía creer que me estaba enamorando de él y estaba olvidado a Jimin por completo.

Estaba esperando a Jin para ir al café que fuimos la primera vez. Estaba sentada en el sillón cuando escuché la puerta. Sin dudar me levante y corrí hacia la puerta, la abrí lo más rápido que pude.

"¡Jin!" Exclamé.

Estaba tan feliz de verlo.

"Te tengo una sorpresa," dijo Jin sonriendo.

¿Una sorpresa? ¿De que estaba hablando?

"¿Que?" Pregunté confundida.

Sonrío y me tomó de la mano.

"Si, te tengo una sorpresa así que date prisa." Dijo.

Cerré la puerta y nos dirigimos a su carro. Él siempre era un caballero, abrió la puerta por mi para que me pudiera subir. Después dio la vuelta para subirse.

"¿A dónde vamos?" Pregunté.

"Si te digo ya no sería una sorpresa," sonrío.

¿Que diablos estaba planeado? Odio las sorpresas.

El arrancó el carro y comenzó a conducir.

"Dime," insistí.

"Estado planeando esto desde hace una semana," dijo Jin.

"Jin, ya sabes qué no me gusta que gaste dinero en mi o en mi hija. Tú no tienes la obligación de hacerlo," respondí.

Odiaba cuando Jin gastaba dinero en mi o en Mina. Se que tal vez lo está haciendo de buen corazón pero el no tenía la obligación de hacerlo. Ni siquiera somos nada para que lo hiciera.

Llegamos a una casa un poco lujosa. El vecindario era más bonito que el mío. Al parecer estas personas cuidan mucho sus cosas.

Jin bajó primero y luego corrió para abrir la puerta para que yo pudiera bajar. Me tomó de la mano y nos dirigimos a una hermosa casa. Había un pequeño jardín con un poco de flores. Nos dirigimos a la puerta pero antes de entrar Jin se detuvo.

"Tienes que cerrar los ojos," dijo.

Puse mis manos en mi cara para cubrir mis ojos. Escuché que Jin abrió la puerta. Me tomó de la cintura para poder guiarme. Caminamos por unos segundos y después nos detuvimos.

"Ya puedes abrirlos," Jin dijo.

Quite mis manos de mi cara pero podía ver borroso. Cuando se aclaró mi vista pude ver globos rojos de forma de corazón por toda la sala, velas encendidas con aroma dulce y en la mesa pude ver que estaba decorado para una cena romántica. Todo estaba hermoso, como si estuviera en una película romántica.

"No se que decir," dije emociona.

"¿Te gusta?" Preguntó Jin.

"Claro, es hermoso. Gracias Jin," respondí con lágrimas en los ojos.

Él limpió mis lágrimas. Me tomó de la mano y me llevo a la mesa. Me ayudó sentarme.

"Preparé algo simple, pasta." Dijo.

Entró a la cocina y después empezó a servir. Cuando terminó se sentó al otro lado de la mesa. Comenzamos a cenar. La pasta estaba deliciosa.

"¿Que te parece? ¿Te gusto?" Preguntó Jin preocupado.

"Está deliciosa," sonreí.

Terminamos de cenar y luego ayude a Jin a recoger, él se negó pero después aceptó. Después qué terminamos Jin me llevo a la sala. El estaba tan nervioso al igual que yo.

"Jessie, te tengo que confesar que desde que te vi en el restaurante me enamore de ti," Jin confesó.

No podía creer lo qué estaba pasando. Me quedé paralizada por unos segundos sin saber que hacer o decir.

"Jin.... yo también siento algo por ti," por fin algo salió de mi boca.

Jin me tomó de las manos y me miró a los ojos. Estaba tan nerviosa que no puede mantener la mirada así que bajé la cabeza. Él tomó mi barbilla y levantó mi cabeza para mirarlo a los ojos.

"Se que es muy rápido pero te amo y quiero estar contigo...." dijo Jin.

"Jessie ¿te gustaría ser mi novia?" Jin añadió nervioso.

Sentía que estaba soñando. Jin quería que fuera su novia, no podía creerlo. Sin pensarlo me lancé a sus brazos.

"Claro que si," respondí emocionada.

Él tomó mi cara y se agacha para poner sus labios sobré los míos. Sus labios era suaves.

De la nada la puerta se abrió interrumpiendo el momento. Los dos miramos hacia la puerta sorprendidos. Al mirar quien estaba en la puerta mi corazón comenzó a latir más fuerte. No podía creer lo qué estaba viendo mis ojos. Era él.

Seré Un Buen Padre, Lo PrometoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora