Obsesión carnal. » Min Yoongi.

R.I.P.

— Vaya desastre de sangre han dejado padres, van a tener que castigarse a si mismos.— Reí por lo bajo.

Había sido difícil, pero por fin pude arrastrarlos a ambos y meterlos en el armario. Aún debo revólver como evitar ese pozo de sangre que se escapa por debajo de la puerta.

Busqué los utensilios de limpieza, y empecé a asear el lugar, no quería dejar ni rastro del líquido rojo, por suerte no manche ningún mueble o algo.

Dejé todo impecable, como si allí no hubiese pasado nada. Incluso, detuve el fluido de sangre por debajo de la puerta del armario, y todo había quedado como nuevo.

Tomé un baño, para quitarme toda la sangre que me había salpicado encima al propinarle varias puñaladas a mi madre, no sabía que alguien podría tener tanto líquido dentro y gritar tanto. Gracias al señor, los vecinos no estaban en casa, sino, probablemente habrían venido a entrometerse como las otras veces en las que he peleado con mi padre.

Salí del baño, me vestí y me fui al cuarto de mis padres, y busqué en cada cajón en el cuarto, debía encontrar mi documentación. Casi deshice todo el cuarto buscando desesperadamente, luego puse todo en su lugar nuevamente, y aún no encontraba nada. Decidí ir a los cajones y armarios de la cocina, y allí, en el lugar menos pensado, en el cajón de los enlatados, encontré todo. Si se me hubiese ocurrido primero buscar en la cocina, antes de preguntar por el pasaporte, me habría ahorrado mucha energía, pero ya lo hecho, hecho está.

Subí las escaleras a mi cuarto, y empecé a ordenar mi bolso, ya había imprimido el pasaje que compré por internet, y sólo debía irme al aeropuerto. Se sentía silencio y paz en la casa, eso me pareció muy cómodo.

Terminé de ordenar, y me tumbe en la cama, debía dormir temprano, mañana tendría que irme a la capital para luego llegar al aeropuerto internacional, sería un viaje largo, y estaba tan emocionada que decidí acostarme de una vez, para que llegara rápido el día.

Antes de dormirme, vi algunos vídeos de mi amor, siendo tan sexy y adorable como siempre, a la vez que serio. Ya no podía esperar a verle, abrazarle, besarle, y hacer todo lo que en mis sueños. Dejé el celular de lado, y me dispuse a descansar.

— ¡BUENAS NOCHES, PAPÁ Y MAMÁ! DESCANSEN EN PAZ.— Grité con una gran sonrisa.