Empecé a sentir que alguien estaba tirando de mí, en mi ensoñación la sensación se volvía divertida y agradable.
— ¡Despierta!— Escuché a una voz gritar, y mis ojos se abrieron inmediatamente. Me incorporé a la cama, un poco mareada por lo rápido de mi acción.— ¿Quién eres y qué haces aquí?— Volvió a preguntar la voz. Me quedé mirando a la persona de la cual venía esa voz, y no pude reaccionar de ninguna manera.
Mi cerebro parecía haberse desconectado por un momento, mis brazos no respondían, ni mis piernas, mucho menos mi boca, no podía pensar en qué decir, estaba en un shock total, viéndole como una tonta.
— ¿No vas a decir nada? ¿Cómo entraste aquí?— Me volvió a hablar, y sentí como mi piel se erizaba con sólo oír su voz en persona.
— Yo...— Traté de decir, pero de pronto mi boca estaba totalmente seca, y tuve que humedecer mis labios con mi lengua. Él se quedó mirando mi acción, de una manera extraña.— Yo-o, vine a-a verte.— Mis nervios, no me dejaban hablar muy bien.
— No respondiste mis preguntas.— Me miró con cara de póquer, y un suspiro sonoro salió de él. Caminó hacia una silla que estaba relativamente cerca de la cama, y se sentó en ella.— ¿Quién eres?— Preguntó con mirada crítica, se podría decir, que parecía molesto.
—Me llamo Sunhee, mucho gusto.— Dije un poco más animada, y estiré mi mano hacia él. Él dudó un momento, pero luego la estrechó.
— ¿Qué haces aquí Sunhee? ¿Cómo entraste?— Preguntó nuevamente.
— Pues, ya te dije que vine a verte, y como entré, realmente no importa mucho. Sólo importa que ya estoy aquí, contigo.— Le sonreí ampliamente, y le miré atentamente, examinando cada parte de su cara, vaya que era guapo, y lo tenía justo en frente, justo en frente, sólo él y yo en su habitación, que alguien me pellizque.
— Claro que importa como entraste, no deberías estar aquí.— Se levantó de la silla, y se paró frente a mi.— Fue un placer Sunhee, ahora, te acompaño a la puerta.— Hizo un ademán de caminar hacia la puerta, pero yo lo detuve, tomándole del brazo.
— Yo no me quiero ir.— Hice un puchero, y le miré con cara de perrito.
— Escucha.— Se deshizo de mi agarre.— No sé quién eres, y te has metido a mi departamento, no quiero ser malo, pero esto me da miedo, te voy a pedir amablemente que te vayas. Te puedo firmar algún álbum que tengas, o lo que quieras, pero por favor, vamos a evitarnos problemas.— Dijo, tratando de moderar su tono.
Lo miré pensativa, yo no quería que me firmara nada, yo sólo quería ser suya hoy y ahora.
— No quiero que me firmes nada.— Le di una sonrisa ladina.— Me gustaría que me dieses un abrazo.— Volví a hacer puchero.
Él me vio un par de segundos, como meditando la decisión que iba a tomar. Dio un giro en su sitio, y rió.
— Bien, pero luego, te vas.— Me señala con su dedo de forma autoritaria. Observo su mano, imaginando lo bien que se sentiría tenerla en mi cuerpo, e hipnotizada por mi ensoñación, sólo puedo asentir.
Da un paso hacia a mí, por lo que me levanto inmediatamente de la cama. Él rodea mi torso con sus brazos, dándome sólo opción de abrazarle por el área del abdomen. A pesar de que es un abrazo retirado, y bastante corto de su parte, para mi fue lo mejor que me ha pasado hasta ahora, sentirle tan cerca de mí, me había traído sensaciones exquisitas. Se aleja rápidamente, pero yo le tomo del antebrazo, y le doy una mirada pícara.
— ¿Qué pasa?— Me dice, y me mira extrañado.— Ya debes irte.— Intenta caminar hacia la puerta, y yo apreto mi agarre en su brazo.
Lo halo hacia mí, pero él es mas fuerte, y se aleja, por lo que entonces me abalanzo hacia él, y me guindo en su cuello, quedando a centímetros de su cara.
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Obsesión carnal. » Min Yoongi.
FanficDicen que tengo algún tipo de trastorno obsesivo, y que soy peligrosa, pero no es así, yo sólo quiero que él me haga suya. Historia corta. Portada realizada por: -RaeYoonMin-