Entonces... ¿Está bien?
Literalmente, es como si el destino les pidiera a gritos a aquel par, que de una forma algo vulgar, se cogiésen de una buena vez por todas. Al final de la última película al azabache se le derramó su refresco en toda su entre pierna, y ahora se dará una ducha, se supone que se cambiará en la habitación del rubio. Obviamente va a estar desnudo.
Yūichiro desnudo, en la habitación de Mikaela.
¡¿Qué otra señal quieren este par?! Es decir, una invitación por parte de Yuu llamando a Mika, o él más alto entrar a su habitación con dobles intenciones... la situación era jodidamente perfecta, maldición.
Pero no, ambos son unos idiotas vírgenes buenos para nada que se mueren por comerse pero no dan ningún indicio para que sus jodidos cuerpos se fundan en una llama de seducción. Bravo, esto es genial.¿Quién tomaría la iniciativa primero? Era un buen momento para que la personalidad atrevida del azabache saliera, al igual que la mente pervertida del Príncipe. Es decir, son la perfecta combinación y esta siendo desaprovechada.
O tal vez no tanto.
—Mika...— se asomó Yuu por el marco de la puerta de la cocina, donde estaba el anteriormente llamado.
—¿Si?— respondió, secando sus manos con una pequeña toalla.
—¿E-está bien si...?— hizo una pausa, dejando mostrar todo su cuerpo.— ¿Subimos?— susurró con vergüenza.
Mikaela se quedó en blanco, procesando la información mientras veía las hermosas y tentadoras piernas de su vecino. Yūichiro literalmente solo llevaba una camisa negra que le llegaba hasta sus muslos, no dejando ver su miembro.
Mierda Mikaela, responde. Pensó él más alto, soltando la toalla sobre la estufa. Humedeció sus labios con su lengua, contento de la propuesta. Le seguiría el juego a su novio.
Se acercó al contrario, poniendo su mano en el otro cuello con delicadeza.—¿Por qué no me llevas, Yuu-chan?— dijo con una sonrisa, observando como incrementaba el sonrojo del otro, aunque debía admitir que también sentía el calor en su rostro.
El ojíesmeralda, obedeciendo al pedido del rubio, lo tomó de la mano, para después guíarla a su pecho; mientras caminaba de espaldas. Mikaela se aseguraba que no chocara con alguno de los escalones de las escaleras, para finalmente estar en la habitación del que vivía en la casa.
Ahora la mano que tenía en el pecho de Yuu andaba por su cintura, haciendo el acercamiento.—¿Realmente quieres?— habló ahora Mikaela.—Yuu-chan, no me detendré. Por eso debes decirme si estás seguro; no quiero llegar a hacer algo de lo que me arrepienta después.
El Ichinose asintió.—¿Por qué crees que acepte en primer lugar quedarme a dormir?.— sonrió.—Y estamos solos, así que yo, bueno... era clara la invitación.
Mika rió, tomando un mechón del cabello de Yuu entre sus dedos, dando la suave sensación en su piel.
—Hey.— llamó, el anteriormente nombrado alzó su vista, mirándolo fijamente.—Me encantas, Yūichiro.— sonrió para después atacar a su vecino de besos, lo cuales fueron correspondidos.
Ambas manos de Mikaela iban alzando lentamente la larga camisa que llevaba puesta Yuu, dando a notar su ropa interior y lo excitante que se veía la parte superior de sus muslos.
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Vecinos. [|MikaYuu|] •Concluida•
Фанфик¿Que se siente ser confundido por una chica? Esa pregunta fácilmente puede ser respondida por Mikaela Hyakuya. ¿Que se siente tener un amigo con una belleza fuera de lo común? Esta puede ser respondida por Yuichiro Ichinose. ¿Que se siente estar ena...