Cap IV

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El despertador sonó y yo me desperté lentamente, abrí mis ojos y acerqué mi teléfono a la cara, era sábado y por dentro yo moría de alegría por no tener que levantarme de mi cama, aún así no pude dormir más así que encendí el televisor y estaban pasando una película de comedia romántica.

Luego de un rato me levanté al baño y lavé mi cara y cepillé mis dientes y bajé a buscar algo de comer. Al llegar a la sala observé tres maletas medianas y mis padres alborotados por todo el lugar.

-¿Qué está pasando?- pregunté consternada mientras fruncía el ceño.

-Ah, Michelle, mi vida. Que bueno que te has levantado, tengo noticias para ti.- decía mi madre mirándome con cara de pena.

-Suéltalo ya- dije frustrada. -¿A dónde nos vamos?-

-No querida, tu no vas a ninguna parte. Tu tienes clases.- puso sus manos en mis hombros. -La tía Lilí tiene cáncer.- me soltó de golpe.

-¿Qué? ¿Cómo es posible? ¿No puede ser?- estaba muy preocupada, no me lo podía creer.

-Y tu padre y yo hemos decidido que vamos a ir a cuidarla, porque es mi única hermana y no tiene más familia.- posó sus ojos al suelo con cara de pena. la tía Lilí es la hermana menor de mi madre y mi tía favorita también.

- Sí, lo entiendo.- luego de unos minutos reflexioné. -Espera ¿y yo con quien se supone que me voy a quedar?- observé al hombre que estaba en la mesa mordiendo una manzana. -¿Con ese animal?- lo señalé y el se limitó a sonreír y a guiñarme un ojo lo que provocó que le pusiera mala cara y rodara los ojos.

-Michelle no le digas así.- mi madre me alzó la voz enojada. -Y sí, te quedarás con el y le harás caso en todo.

-Francesca vamos que el taxi ya está esperando.- mi padre agarró las maletas y salió de la casa, al segundo entró y me dio un beso en la frente y me abrazó.

-Adiós mi niña, Pórtate bien. Trataremos de venir lo antes posible.- le di un beso en la mejilla y lo despedí y luego mi madre se acercó y me besó despidiéndose también.

Cerré la puerta luego de que el taxi arrancara y entré a la cocina ignorando a Marc.

-¿Qué pasa? ¿No me piensas hablar hasta que tus padres regresen o que? - lo miré por un segundo y rodee los ojos. El sólo se burló de mi acto.

Me hice el desayuno y me senté frente al gorila mientras comía, pero no le presté atención ya que estaba jugando con mi teléfono. Cierto le tengo que contar a Alice que estoy sola en casa y quien sabe, tal vez organice una pequeña cena para olvidarme lo de la tía Lilí.

-Gorila, hoy pienso invitar a unos amigos a casa, espero que no te moleste.- lo miré desafiante.

-No lo harás, yo cuido de ti y no quiero más adolescentes con hormonas alborotadas en esta casa.- me alborotó los cabellos y se fue a sentar en el sofá frente al televisor.

-¿Pero quien te crees que eres?- le grité fuerte y subí a mi habitación enojada.

Iban a ser los meses más desagradables de toda mi vida.

¿Mi niñero?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora