Capitulo tres: Rescatada

37 4 0
                                    

Aterrizamos en la base más tarde de lo previsto gracias a una tormenta, al dia siguiente se celebraría la ahora muy esperada fiesta, y no, no era por la presencia de Savik, lo que pasaba es que mi vestido había sido entregado esa misma mañana en la base y Audrey lo había dejado descubierto en el armario de mi oficina con una pequeña nota que decía –me muero de envidia-

Como lo acordamos en el jet Callum se haría cargo del reporte de la exterminación mientras que Kiara, Ciebel  y yo tratábamos de pensar en una excusa para que Alessie no supiera tan directamente que su novio había estado a punto de morir, me mataría si lo supiera porque a pesar de saber que en las exterminaciones corríamos un gran riesgo siempre nos auto encomendábamos la misión de tratar de traer a todos de vuelta; llevábamos un par de horas en mi oficina escondidos de Alessie lo cual nos estaba saliendo de maravilla pero no porque fuéramos muy silenciosos sino porque en la base solo se encontraban los ángeles que se encargarían de la guardia esta noche.

Ya que los ángeles (por desgracia con excepción de Christian) no acudían a la fiesta ellos se encargaban de la guardia durante el día anterior y  en el transcurso de la velada, una velada de diez vampiros, mas Christian y algunos muy antiguos amigos de mis padres.

-pero si no se nota-se quejo Ciebel mirándose el brazo-ustedes exageran

-se va a dar cuenta-dijo Kiara- te quedo una línea rosada muy delgada ahí donde el hueso salió

-tal vez…-pensó- si uso una camisa de mangas largas no lo note

-¿y cuanto vas a durar con ella puesta estando cerca de Alessie?-me burle-¿cinco segundos?

-no somos unos pervertidos Vanessa, me ofendes

-que va

-bueno-dijo Kiara con las mejillas sonrojadas-creo que voy a ver cuándo empieza mi guardia, suerte con Alessie

Se levanto y escondió la cara tras su espeso pelo y se fue sin volverse a mirarnos, Ciebel se quedo mirando hacia la puerta intentando descifrar el comportamiento que a su parecer era bastante extraño.

-le incomoda hablar de sexo -le dije

-que aburrida debe ser su vida-se lamento

-y  dices que no eres un pervertido-enarque una ceja

-¡hey! Que seria de la inmortalidad sin tiempo para sexo-se rio

-bien-me senté frente a él-¿Qué diablos vamos a hacer? Si ella ve tu cicatriz nos asesinara a ambos

-tal vez pueda evitar llegar hasta ese punto solo por esta vez

-yo no creo que eso se pueda

-tienes razón-puso las manos atrás de la nuca-soy irresistible

-yo más bien diría exasperante  pero ¿irresistible? Nunca-cruce la pierna nerviosamente- ¿Por qué no te vas a tu apartamento?

-lo vendí cuando nos mudamos al pent-house

Me  levante, camine hacia mi escritorio y abrí el segundó cajón de arriba abajo busque entre los papeles que tenía allí hasta encontrar dos  llaves la primera que  colgaba de un llavero en forma  de media luna y la segunda que estaba acompañada del control de un auto.

-toma-le di ambas- ¿sabes donde esta mi apartamento?

-si,

-planeaba quedarme ahí esta noche pero creo que lo necesitas más que yo

-¿y tu te vas a quedar aqui?

-no, supongo que iré a casa de mis padres, hace mucho que no veo a mi madre así  que puedo usar eso de pretexto, la llave es de uno de los autos de La Base

Alas NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora