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Al llegar a casa Jinyoung estaba realmente inquieto, observando a su pareja de reojo varias veces, la calma que él tenía hacía que completamente lo contrario se genere en su cuerpo, temblando en cada paso que daba. Hoy sus padres no estaban, por lo que Jaebum se tomaba la libertad de caminar por todos lados, aunque eso no era diferente cuando los mayores estaban junto a su hijo, aunque estos siempre decidían ignorarlo por alguna razón que Jinyoung desconocía completamente.

— ¿Pasa algo? — Preguntó Jaebum, observando desde la puerta de su habitación al menor, relamiendose los labios luego de hablar. Fue en vano tratar de actuar tranquilo, ya lo había notado.

Estoy asustado, me estás asustando demasiado. Pensó, pero nada salió de sus labios.

— Es que estoy cansado.— Sus pensamientos no sirvieron de nada, terminó mintiendo, como siempre hacía luego de ir al psicologo junto a su novio. Aunque siempre el señor mayor le decía que vaya solo, así sería más comodo, no lo regañaba cuando el pelirrojo le tomaba la mano posesivamente frente a él.

Jaebum simplemente se acercó a la cama, tirando a lo largo de esta al pelinegro, subiendose arriba y tomando con fuerza sus muñecas. Si Jinyoung dijera que no estaba asustado, estaría mintiendo, ya que no sabía si el mayor estaba demasiado enojado con él. No quería ser castigado por desobedecer.

— ¿Por qué me querías fuera de la sala de ese canoso? — Casi rugió, haciendo que el que estaba debajo cierre sus ojos y haga su cabeza a un lado, mostrando los chupones que su pareja le había hecho días atras. —Sabes que todo lo que hago es por tu bien, por nuestro bien, y que le hables de mí a ese viejo no me gusta nada.

El pelinegro asintió, completamente miedoso ante lo que venía ahora, su corazón latiendo por hora, pero para su suerte simplemente sintió como el peso de encima se reducía a cero.

— El Sr. Kim solo quiere ayudarme, él es sabio para su edad, yo solo tengo diecisiete. — Habló, con un poco de confianza, acariciando sus muñecas las cuales tomaban leve color rojizo, sabiendo que en aquellas se formarían marcas violacéas por la fuerza ejercida. — Sabes que mis padres también quieren que vaya, ellos también quieren cosas buenas para mí.

— Tus padres son otra cosa diferente, ¿No recuerdas a Jackson? Le hablaste de mi y dijo que dejaras de bromear, ese imbécil. — La furia en sus palabras se notaban, haciendo que sus ojos lo observen con aquella mirada molesta que siempre acostumbraba a cargar.

-Ya no se nada de Jackson.-Admitió Jinyoung, algo apenado ante eso. De verdad lo extrañaba cuando estaba solo.

Jaebum simplemente rodó sus ojos. Ya se había encargado de ese molesto chico.

TOXIC ; BNIORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora