◇cuatro◇

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Al terminar las clases, fui la última en salir. Tenía una visita para castigo, no había hecho nada terrible, pero para mi profesora de geometría hablar fue motivo suficiente.
Caminé tomandome tiempo, por los pasillos desiertos.
Entré sin más, había muchos sentados al final del aula, así que yo me senté al principio.

Sentía sus miradas, pero había una que no me hacía sentir incómoda, si no, nerviosa.
Voltee lentamente y lo vi. Mirandome fijamente desde la esquina, con sus brillantes ojos y su sonrisa ladeada y burlona.

-No puede ser - Murmuré para mi misma. Estaba más nerviosa que nunca.
Fue la hora más larga de mi corta vida.

-Bien, pueden irse...
Ni escuché lo último que dijo. Salí lo más rápido que pude de allí, cuando llegé a mi coche, mi salvación.
Saqué las llaves tan nerviosa que se me cayeron.

-Así que... Ya te vas? Dijo una voz desconocida a mis espaldas.
En un movimiento rápido cojí las llaves y me giré.
-Si. Por? Intenté retroceder, pero me choqué contra mi coche. Volvía a tener a Jungkook a unos centímetros de mi.
-Oh... ya veo...
Entré en el coche y metí las llaves en el contacto. Sentía la mirada de Jungkook sobre mi.
-Espera.
Me detuve de inmediato, lo miré esperando que continuará, pero simplemente se quedó callado, así que intenté arrancar el coche.
Para seguir con mi suerte, el coche no arrancaba. Lo intenté varias veces, pero no, mi amigo se negaba a encenderse.

-Déjame ver. Dijo Jungkook abriendo el capó de mi coche.
-No necesito tu ayuda. Le contesté mientras bajaba del coche y me colocaba a su lado. Esta vez era yo la que se puso cerca, creo que fue la costumbre de tenerlo a céntimetros.
-Tengo una batería nueva en mi casa, sube a la moto. Me ordenó.
Me quede pensando la manera de negarme, pero no tenía otra. Todo el mundo se había ido hace horas, y no tenía dinero para una batería nueva, así que me limité a hacerle caso y subir a su moto.

Se quedó mirandome, con una ladeada sonrisa y bastante sorprendido.
-A que esperas?
-Voy preciosa.
Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Se sentó delante mía, agarró mis muñecas con fuerza y rodeó su torso con mis brazos. Yo no me negué, y arrancó la moto, en dirección a su casa.

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-

Vives aquí? Pregunté asombrada por la inmensa casa que tenía delante.

-Por ahora si... Contestó bajandose de la motocicleta. Caminando por el pequeño sendero que llevava a la entrada.

Lo seguí, y no podía evitar sentirme un poco extraña. Jungkook no era un completo gilipollas, me estaba ayudando al fin y al cabo...
Del bolsillo trasero de sus jeans sacó unas llaves plateadas, escojió una en específico y abrió la puerta.

Dios, si la casa era hermosa por fuera, lo era aún más por dentro. La decoración era espectacular, todos los muebles encajaban perfectamente unos con otros.

-Siéntate, voy a buscar la batería.
Me acomodé en el sofá, y a los pocos segundos de quedarme sola en la sala de estar un hombre alto y de hombros anchos con el pelo azabache, y unos ojos oscuros me preguntó con una ceja levantada.
-Como entró a mi casa?
-Yo... eemm...

-Vaya, parece que ya has conocido a mi padre. Nos Interrumpió Jungkook acercándose con la batería en la mano.

-Me llamo _____, encantada. Dije por educación.

Me levanté y el padre de Jungkook me extendió la mano y la estreché educada.

-Un placer señorita ____. Soy el Doctor Kuyng.
-El placer és mío Dr. Kuyng
-Puede llamarme Yung. Sonrió.
-El placer és mío Yung corregí sonriendo.

-Ya tengo lo que necesitaba, así que ya podemos largarnos. Interrumpió Jungkook para después agarrarme por los hombros y llevarme hasta la puerta.
-Por qué no se quedan a comer? Suni preparará estofado hoy.
Habló su padre a nuestras espaldas.
-No, disculpas a Suni y a su estofado, tengo que arreglarle el coche a la señorita.
Le pespondió Jungkook con la mandíbula tensa, salimos con el golpe de la puerta detrás.

-Esta todo bien? Le pregunté mientras caminábamos hacia la moto. Fijó sus ojos en mi y sonrió con ironía.

-No es nada importante, o al menos, que te interese.
-Intentaba ser amable.
-No tienes por qué. Ya estoy enamorado de ti.
Me sonrojé por lo que acaba de escuchar, sería una clase de broma?
-No tiene gracia.
-No, pero hize que te sonrojaras.

Se subió a la motocicleta y me hizo una seña para que le siguiera.
Cuando llegamos al instituto, donde mi coche se encontraba aparcado. Cambió la batería y sin esperar nada a a cambio subió a su moto y se fué.

CHICO MALO ||JK|| lemon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora