El cielo en la clandestinidad

Capítulo 9 Esperanza

El ruido de la puerta me despertó, no recordaba en que momento me había quedado dormida, ya que después de que Zuko aceptara que me quedara con él, de nuevo habíamos estado juntos unas cuantas veces, y por la dificultad que tenía para abrir los ojos podía imaginar que era demasiado temprano, incluso para Zuko pues increíblemente él aún continuaba acostado a mi lado, era la primera vez que me despertaba y Zuko seguía conmigo en la cama. Pues sabia que los maestros fuego se levantan con el sol. Sentía el calor de su cuerpo en toda mi piel pues estaba completamente pegada a él mientras lo abrazaba.

-Es el bastardo de Zhao -dijo tranquilo mientras se separaba de mí y se levantaba, yo aún estaba algo confundida

-¿Qué? ¿Pero qué hora es? -pregunte desorientada

-Tú quédate en la cama, seguro ha venido a buscarte -dijo mientras se ponía su pantalón rojo, yo al instante abrí los ojos sorprendida y aferre las sabanas todo lo que pude contra mi cuerpo, ahora que lo pensaba ellos no sabían que había habido un cambio de planes, si venían por mí era con la intención de llevarme con ellos -¿Qué demonios quieres? -pregunto Zuko mientras abría la puerta

-Príncipe, disculpe que lo moleste tan temprano, pero el Señor del Fuego me ha ordenado buscar a campesina y llevarla con Zany, según sus palabras el plazo ha terminado hoy -dijo asiendo el saludo acostumbrado

-Ella no va a ningún lado -el General lo miro sorprendido

-Señor pero, su padre ordeno que...

-No me interesa lo que haya ordenado mi padre, ella se queda -el corazón me salto de alegría, me sentía realmente aliviada de no tener que alejarme de mi Príncipe -¿Tienes alguna objeción General?

-Desde luego que no Príncipe, yo solo sigo órdenes

-Entonces dile a mi padre que él me entrego a la campesina porque aún no tenía una concubina personal y quería darme un castigo obligándome a tener una por un mes, puedes decirle que no se preocupe más, me trajo a la indicada, es ella a la que quiero como mi amante permanente, así que no tiene que ir a ningún lado, se quedara aquí conmigo, con eso deberá estar feliz el Señor del Fuego Ozai, después de todo las cosas salieron como él quería -dijo sonriendo divertido, Zhao lo miraba nervioso -¿Hay algo más que quieras ?

-No señor, desde luego que no

-Entonces puedes marcharte y llevarle esa información a mi padre

-Si príncipe -y haciendo una reverencia se marchó, luego de unos segundos Zuko empezó a reír a carcajadas

-Es una pena que no pueda ver la cara de mi padre al escuchar lo que Zhao tiene que decirle -dijo divertido -y ya que me han despertado de tan buen humor lo mejor será irme a entrenar, al parecer Jee también se ha despertado gracias a Zhao, así que hoy va a tener mucha energía

-¿Acaso Zhao fue a ver a Jee? -Pregunté sin entender. Zuko se cruzó de brazos mientras sonreía

-Jee no ha terminado de ajustar cuentas con Zhao, como mi hombre de confianza siempre debe estar alerta, seguramente lo vi dirigirse a mis aposentos y pocos pueden disgustarlo tanto como el viejo Zhao.

-Yue me conto que no se llevan bien, pero nunca me dijo porque -esta vez me miro sorprendido

-Vaya existen cosas de las que la cotorra de Yue no quiere hablar -yo lo mire sin entender

-¿Por qué no querría hablar de ello?

-Porque el imbécil de Zhao una vez se quiso propasar con la mujer de Jee, y como era de esperarse, cuando Jee los encontró intento matarlo, desgraciadamente tuve que intervenir porque estábamos por marcharnos a una misión y necesitaba a Jee en plenas condiciones, además en ese tiempo Zhao lo superaba en poder y podría haber sido Jee el que muriera -yo no lo podía creer