Capítulo 3: Acuerdos

2.5K 138 12
                                    

Al día siguiente me desperté muy temprano, al parecer Zuko era muy madrugador porque recién estaba saliendo el sol y él ya estaba levantado y con su armadura puesta. Yo me sentí un poco incomoda pues no sabía que debía hacer, si levantarme y saludarlo con una reverencia o simplemente no dirigirle la palabra. Cuando vio que lo estaba mirando fijamente, se cruzó de brazos y frunció el ceño.

-¿Qué sucede maestra agua? -pregunto molesto -¿Por qué me miras así? -sin correr las sabanas de mi cuerpo tome asiento en la cama improvisada

-La verdad es que no sé cómo actuar frente a ti, ni cómo debo llamarte ni que decirte, aunque Yue anoche me explico un poco el protocolo de la realeza, no sé si tengo que hacer una reverencia cada vez que te vea, o si tengo que llamarte con algún título o si simplemente no tengo que dirigirte la palabra, no sé cómo...

-¡Basta! Para el maldito parloteo -Me corto irritado -No tienes que hacer ninguna reverencia, odio los estúpidos formalismos, solo los uso ante los demás porque es lo que corresponde como príncipe -dijo más tranquilo -Tampoco tienes que llamarme con algún título ni nada por el estilo, cuando estemos solos o frente a Jee solo llámame Zuko, pero si estamos frente al Señor del Fuego Ozai directamente no te dirijas a mí y si es necesario que me hables entonces debes llamarme Príncipe y usar todos los estúpidos formalismos.

-Entiendo -respondí, pero él me seguía mirando serio, yo me puse algo nerviosa después de un rato de sentir su mirada en mí

-¿Cómo te llamas? -pregunto de repente, yo tarde unos segundos en reaccionar pues me tomo por sorpresa, pero logre responder sin tartamudear

-Katara

-Bien, imagino que la escandalosa de la mujer de Jee ya te explico que no debes salir sola de aquí -yo asentí -Entonces espérala a que venga, ella se hará cargo de ti mientras yo no esté, pero ya lo sabes maestra agua, nadie debe enterarse de lo que hablamos anoche -yo simplemente asentí, y antes de que pudiera decirle algo Zuko salió y me dejo sola

¿Para qué demonios me preguntaba mi nombre si iba a llamarme simplemente maestra agua?

Después de que Zuko se fuera, Yue no había tardado nada en llegar, había entrado con la misma sonrisa que la noche anterior y una bandeja con mi desayuno en sus manos.

-Lo normal sería que fuéramos a desayunar al comedor de las concubinas, pero desde que cocino para Jee desayuno en su compañía, así que hoy guarde un poco para ti, además creo que de ahora en adelante comeré siempre contigo -dijo emocionada

-¿Y Jee? ¿Vas a dejar que coma solo? -ella suspiro

-No va a hacerlo solo, después de que come conmigo baja al comedor real y come por segunda vez, es un muerto de hambre, todo el tiempo tiene apetito -yo sonreí al ver que ella lo encontraba divertido

-Gracias, me encantaría comer contigo, es un poco triste hacerlo sola

-Sé que voy a sonar despiadada, más aun después de lo que te ha pasado y de lo que paso en nuestras Tribus, pero me siento realmente feliz de que estés aquí. Sé que no debería estarlo, pues tú debes estar maldiciendo tu suerte en estos momentos, pero me sentía muy sola, aunque Jee está conmigo todo el tiempo que le es posible, tiene muchas responsabilidades como guardia personal del Príncipe y cuando se va a sus misiones por semanas me deprimo muchísimo, tenerte como compañía me agrada mucho, pero al mismo tiempo me siento mal porque sé que tú no lo estás disfrutando.

-No te sientas mal por estar aliviada Yue, tú no fuiste la que me hizo prisionera, entiendo perfectamente tu situación y si te hace sentir mejor, déjame decirte que yo me alegro de que estés aquí y de que me estés ayudando tanto, sin tu presencia no sabría que hacer -ella simplemente me abrazo

El cielo en la clandestinidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora