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Lexa se colocó sus lentes oscuros para proteger sus ojos del sol que no tardaba mucho en esconderse y así no se distrajera de la carretera por la cual iba manejando, sentía como el aire pegaba en su rostro gracias a que el coche era un convertible que podía guardar el techo en el maletero. En su rostro apareció una gran sonrisa cuando de reojo vio cómo su compañera de viaje subía el volumen de la música y comenzaba a cantar con todas sus fuerzas mientras estiraba los brazos.

-We she got her daddy's car and she cruised through the hamburger stand now! Seems she forgot all about the library like she told her old man now! –La copiloto la volteó a ver - ¡Venga, Lexa, canta conmigo el coro!

Lexa negó divertida mientras esperaba el coro y su mejor amiga seguía cantando.

-And she'll have fun fun fun 'till her daddy take the T-bird away! –Cantaron al unísono divertidas-

-Well the girls cant's stand her 'cause she walks look and drives like a nace now. –La castaña cantó pero no tan alto como su amiga-

-She make the Indy 500 look like Roman chariot race now a lotta guys try to catch her but she leads them on a wild goose chanse now. –Le siguió la copiloto-

-And she'll have fun fun fun 'till her daddy take the T-bird away. –Volvieron a cantar juntas-

-Adoro esto. –Su compañera le dijo y en su voz se podía escuchar una pizca de emoción-

-Yo también. –Le contestó-

-¿Ahora porque no vino Octavia? –Preguntó interesada-

-Es el cumpleaños de Bellamy. –Contestó sin dejar de ver fijamente la carretera-

-Odio que termine el fin de semana, odio mi trabajo. –Dijo frustrada mientras veía el paisaje-

-Ya te he dicho que busques uno mejor, Raven. –Lexa la reprendió-

Mientras escuchaba a su mejor amiga hablar, a lo lejos visualizo el cartel que ya les era familiar, en el que decían que faltaba poco para comenzar a entrar a la ciudad. Una hora y media más tarde de camino, Lexa viajaba por las calles de aquella gran ciudad que llevaba como nombre New York, al ser domingo no había tanto tráfico como en el resto de la semana, comenzaba a ocultarse el sol y Raven seguía cantando en un tono más moderado, se estaciono en doble fila enfrente de un gran edificio y se desabrochó el cinturón de seguridad.

-¿Te quedas o te vas? –Preguntó Lexa cuando la volteó a ver-

-Me voy, estoy cansada, aún no me repongo de la resaca de ayer. –Hizo una mueca-

Ambas salieron del automóvil y cruzaron caminos, Lexa hacía el edificio y Raven hacía la puerta del piloto, se despidieron con un movimiento de manos y antes de que su mejor amiga arrancará le dijo una última cosa.

-¡No se te olvide nuestra comida! –Gritó desde el interior del coche-

-Comemos juntas diario, no es posible que se me olvide. –Lexa contestó desde la acera-

-¡Es cierto! ¡Bueno, nos vemos mañana! ¡Gracias! –Y con esto dicho arrancó-

Lexa negó divertida y se dispuso a subir a su departamento, en el camino se topó con un par de vecinos y los saludó cordialmente, al llegar al piso correspondiente se acercó a su puerta y abrió, cuando entró dejó sus llaves en la mesita que tenía al lado de la puerta y se tiró en el sofá boca abajo, soltó un gran quejido mientras enterraba más su rostro en el cojín, después de estar así un par de minutos se acomodó de lado mientras veía su televisor apagado, sus ojos comenzaron a cerrarse cuando escucho su celular vibrar, volvió a soltar un quejido mientras sacaba su celular de la bolsa de su pantalón.

High Hopes [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora