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Clarke abrió la puerta de su apartamento y se hizo a un lado para que Lexa pasara, la ojiverde entró mientras observaba todo a su alrededor, notó como había un par de cajas en el suelo lo que significaba que la rubia aun no terminaba de acomodarse. Clarke cerró y le señalo su sofá y ambas tomaron asiento.

-Perdón si mi casa parece un desastre. –Se disculpó mientras agarraba un cojín y se lo colocaba en las piernas-

-No te preocupes, yo duré con las cajas de mi mudanza por más de un mes. –Le comentó y Clarke sonrió al escucharla- Pero si necesitas ayuda solo dinos y aquí estaremos. –Se sentó de lado para verla mejor y se recargó en el sillón para estar más cómoda-

-¿Quieres algo de tomar? –Pregunto la rubia mientras tomaba la misma posición que Lexa y así poderla ver mejor-

-No, gracias, la verdad he quedado muy llena. –La castaña hizo una pequeña mueca al recordar todo lo que comieron en el cine-

-Yo también. –Concordó y se acercó un poco más a la ojiverde- Me la pasé muy bien, gracias. –Colocó su brazo sobre el sillón y comenzó a jugar con un pequeño mechón del cabello de Lexa-

-Fue una velada increíble. –Lexa le regaló una media sonrisa sin dejarla de ver-

Un pequeño silencio se acopló entre ellas y ninguna parecía molestarse por ello, Clarke dejó el mechón de cabello a un lado y veía atentamente como sus dedos se entrelazaban con los finos y delgados dedos de la ojiverde, comenzaron a jugar un poco y después terminaron de hacer el agarre un poco más fuerte y notó cómo encajaban perfectamente sus manos, como si hubieran sido hechas la una para la otra.

-¿Qué me ibas a preguntar? –Lexa fijó su mirada en ella atenta-

-¿Qué? –Preguntó extrañada-

-Las veces que me querías preguntar algo nos interrumpían y no terminabas haciendo la pregunta, así que quiero saber de qué trata esa pregunta. –Le dijo pero estaba prácticamente segura de que se trataba-

-Ya entendí. –Clarke asintió y se acomodó un poco más cerca de ella para hacer más íntimo el momento- Contesta si quieres o si no te incomoda.

-Pregunta con confianza. –Acaricio su mano para que siguiera hablando-

-¿Qué te pasó? –Usó un tono delicado- ¿Qué historia hay detrás de... tu cicatriz? –Clarke preguntó con voz baja y pasó su pulgar por la cicatriz de Lexa y volvió a bajar la mano-

Lexa sonrió a medias y su semblante se tornó un poco más serio y triste, se acomodó mejor en su lugar para comenzar a contar aquella historia. Se quedó viendo un punto fijo detrás de la rubia mientras los recuerdos la invadían, soltó un suspiro pesado y dirigió de nuevo su vista a la rubia que la veía atenta pero con un gesto de preocupación.

-Fue hace cinco años. –Comenzó a hablar con un tono de voz bajo y suave- Tenía veintiuno e iba de regreso a casa después de un día de universidad, esa vez Raven se tuvo que quedar para hablar con un profesor para que le ayudara con una guía y no sabes cuánto agradezco que se haya quedado, solíamos irnos siempre juntas y esa vez yo tenía muchos deberes atrasados así que no me podía quedar más tiempo. –Guardó silencio y Clarke le pasó su pulgar por la mejilla para animarla- Era el último año de universidad y por eso teníamos mucha presión, como cualquier otro día me subí a mi auto y comencé a manejar rumbo al pequeño departamento que compartía con Raven cerca del campus, iba manejando y... -Se le rompió un poco la voz pero se aclaró la garganta y siguió hablando- Y después desperté en una habitación de hospital.

El rostro de Clarke estaba combinado con sorpresa y preocupación, cuando notó como los ojos de Lexa se cristalizaron un poco y su voz sonaba ronca y rota, hizo su agarre más fuerte y estaba a punto de decirle que ya no era necesario contar el resto de la historia pero la castaña siguió hablando a pesar de la presión en el pecho que le causaba recordar todo eso.

High Hopes [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora