GUERRERA ━━ los caballeros del zodíaco

Pensamientos Diferentes

Saori Kido :

  Habia despertado con la respiración agitada. Coloque una mano cerca de mi pecho, sintiendo los fuertes latidos de mi corazón, esperando recuperar el aliento de nuevo.

  Hades, él dios de él inframundo, estaba dispuesto a regresar, ahora en este actual siglo.

  Cuando finalmente había recuperado la respiración, tomé asiento en una de las esquinas de él mueble en donde dormía, mientras intentaba descifrar lo que él dios, me había dicho a través de aquel sueño.

  Sin duda, teníamos que llamar nuevamente a los caballeros de bronce, que se encargan de la seguridad de él mundo, ellos se encargarían de enfrentar a el nuevo enemigo.

  Espera... la unica persona que existe en el mundo con un poder igualable a el de aquel dios, era Athena, la unica diosa que reencarnó en este siglo era yo. No debía arriesgar a los caballeros a enfrentar a un poder mas allá que el de ellos.

  No es como si dudará de sus habilidades, es solo que aun tengo en mente aquéllas imagenes contra la batalla de el excaballero de Géminis. Este habia utilizado toda mi fuerza y poder para su beneficio.

  Como diosa defensora de la Tierra, mi deber como tal era la protección de cada uno de los habitantes existenes de el planeta. Tenía que protegerlos, no arriesgarlos a enfrentarse a una gran amenaza como esta.

  Había retirado algunos mechones de cabellos, que me habían cubierto la vista de la habitación en donde actualmente me encontraba.

  Trataba de recordado todo lo que el habia dicho a través de mi sueño, aunque solo una frase habia resaltado en toda su amenaza.

« “ —No eres más que un estorbo estando sin ella, Athena.— ” »

  Esa frase saco mi curiosidad a más no poder, se suponía que a aquella voz era de el dios de el inframundo advirtiéndome, o mejor dicho amenazandome con un nueva guerra santa.

  A lo que queria llegar es, aquien se refería con ella, creó que es obvio él hecho de que habla de una personas femenina. Acaso existe la posibilidad de que en la antigua guerra santa, existió una guerrera con un gran potencial.

  Ella reencarnó, no, no lo creó, quizás lo hizo y quiera ayudar en esta nueva guerra que se avecina.

  Necesitaba aclara mis dudas y sabía con quién. El caballero que sobrevivió a la pasada guerra sagrada, Dohnko de Libra.

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—Entonces, ¿debemos encontrar a aquella persona que estuvo alado de Athena?.—preguntó el caballero de la casa de escorpión.

—Si.—le contestó, dándole la razón.—y la única persona que sobrevivió la anterior guerra santa en la actualidad, es el caballero de Libra.—resumí.—el quizás pueda decirnos algo al respecto. —observó a cada caballero.

—Dohnko.— le oí murmurar a Mū.

—Exactamente Mū, el caballero Dohnko de Libra debe de explicarnos lo que en realidad ocurrió.—comentó en su dirección.

  Los caballeros yacían hincados observando el suelo, mientras que por mi parte, me encontraba observándolos.

—Pero, usted, diosa Athena, al momento de recibir esa gran energía de su reencarnación, no debería de recordar su vida pasada.—habló ahora Afrodita, el caballero de piscis.

—Lamentablemente no logro recordar todo lo sucedido en mi vida anterior, Afrodita.—le explico a el último caballero de zodiaco.

  Sin duda en parte era cierto, no lograba recordar todo los acontecimientos que ocurrieron en mi vida anterior. Lo único que lograba recordar, era una gran guerra, fue la espalda de una chica que poseía una armadura desconocida, junto a una gran aura que emanaba de ella, reflejando el poder que tenía. A puesto a que algunos caballeros poseen ciertas dudas acerca de ello, el que una diosa no recuerde sus vidas anteriores era algo que no ocurría siempre.

—No sabemos en donde se encuentra el caballero, ahora.—pronunció Aioria, el caballero de Leo.

—En efecto.—le confirmo a el de cabellos castaños.—aunque el caballero de Dragón, dice otra cosa.—pronunció.

  El único caballero que sabía la actual ubicación de el ex santo de Libra, era Shiryu, el santo de Dragón. Aunque para encontrar su ubicación era otra cosa.

—Mū.—el caballero alzó su mirada.—te encomendó la tarea de buscar la localización de cada caballero.—el de cabellos morados asintió.

  Quizás esta no era la vida que tanto deseé pero, se que es mi debe el proteger a las personas de este mundo, no las dejaría a su propia suerte.