GUERRERA ━━ los caballeros del zodíaco

Batalla final

  Cuando finalmente llegaste al lugar observado como es que tus compañeros caballeros habían llegado al lugar sin más. Aunque al poco tiempo después, la sonrisa que habías ejercido había cambiado a un rostro que expresaba cierta molestia. Lograste sentir de cerca el cosmos de Hades, un dios que siempre atemorizo tus vidas pasadas.

  Habías suspirado finalmente, era el mismo a través de su cuerpo. Habías agradecido haberle mencionado antes a Dohko hace años, donde escondía su cuerpo el dios Hades.

  Por un momento el pánico te acató, Athena yacía atrapada en lo que parecía ser una vasija sagrada, aunque también el lugar se había vuelto oscuro debido a un eclipse solar.

— Rindanse he acabado con todas las esperanzas que tenían. Prepárense para recibir el último ataque y morir. — Hades mantenía su espalda, sabias que el cualquier momento este asesinaría a tus compañeros con su arma divina.

— Yo creo que eso no va a ser posible. — pronunciaste una vez que una flecha había evitado el ataque de Hades hacia Seiya.

— No puede ser. — Hades había colocado su mirada en ti, con sopresa instantánea.

— ¿(T/N)?. — cuestionaron ciertas personas en el lugar.

— Creí que en esta era no más estarías aquí, Artemisa. — comentó Hades presionando sus dientes de una forma molesta.

— ¿Artemisa?. — cuestionó Shun con sopresa. — ¿la diosa Artemisa?.

— No puedo creerlo. — agregó Shiryu con impresión.

— Le jure a Athena que le ayudaría a proteger a la humanidad siempre que reencarnaras. Aunque ahora es fácil porque estas mostrando tu cuerpo real. — formulaste con una pizca de arrogancia.

— ¿Que te hace creer que me vencerás?. — cuestionó Hades, apuntandote con su espada.

— Todo es posible. — resumiste. — aquella vez, no pensé claro, pero ahora estoy segura de querer una revancha.

  Hades estaba apuntó de atacarte, solo que después de pocos segundos Seiya y los demás se encontraban en unas burbujas protectoras y flotantes. Lo que causó sopresa en ustedes, quienes no sabían que estaba sucediendo.

— Déjalos pelear. — Hades llamó tu atención.

— Esta vez no soy yo quien lo esta haciendo. —  respondiste con sinceridad.

— Entonces. — la voz de Hades se escuchaba frustrada. — Athena...

  La vasija que mantenía un color rojizo, al poco tiempo recuperó un color platino. Suponías que ahora Hades estaba en serios problemas. Seiya no había perdido tiempo y lanzo la armadura de Athena, la cual se impregnó en su cuerpo.

— Me alegro que esperadas tan paciente. — la observaste con una ligera sonrisa.

— No puedo creerlo, lo hiciste todo a propósito para que yo despertará de mis sueño. — generó Hades.

— Es hora. — inhalaste un poco de aire, para llamar a alguien en especial.

  Los brillos se habían apoderado de tu cuerpo, sentiste un poco de posible en cada parte del mismo. Se trataba de tu armadura, la cual llamaste desde Santuario de Athena, dice allí la había colocado Dohko después de la guerra Santa.

  Sabias que una vez que llamaras a tu armadura, esta se teletransportaria rápidamente.

— No puede ser. — formuló Seiya.

— Hades, ha llegado el momento de acabar con esto. — expuso Athena llegando a tu lado.

  Hades se acercó a Athena rápidamente, intento clavar su espada en ella, lo cual no consiguió debido a que Athena interpuso si escudo, quien la protegió.