GUERRERA ━━ los caballeros del zodíaco

Una nueva responsabilidad

— La razón detrás de la muerte de Athena. — Shion se acercó hacia los cuerpos tirados de los caballeros.

— ¿Cual se supone que es esa verdad?. — cuestionaste hacia este antiguo Patriarca.

  Te había observado de reojo para después, dirigirse hacia donde se suponía que se encontraban los restos de sangre de la diosa Athena, este se hinco hacia aquel espacio, para después derramar varias lágrimas, o al menos tu lo habías visto hacerlo.

— ¿Se encuentran bien chicos?. — les cuestionaste a los que se encontraban en el suelo, para intentar levantarlos uno por uno.

— ¿Y ahora que es lo que provoca que llores?. — le cuestionó Shiryū.

— Cierto, ¿acaso no fueron ustedes quienes condujeron a la muerte a la diosa Athena?. — cuestionó Seiya en un tono molesto.

  Seiya se había dirigido hacia este para un ataque sorpresa, y fue allí en donde tú también te encontrabas, estabas apuntó de dar el primer golpe hasta que el ex caballero de Aries habló.

— Callense. — murmuró. — siempre seremos caballeros de Athena, ninguno de nosostros se vendería a Hades. ¡Nunca!. — exclamó para observarlos de reojo. — Saga y los demás, somos caballeros de Athena. Eso si, aun cuando Hades nos prometiese la gloria de una vida eterna. ¡Nunca sacrificariamos a Athena, por nada ni nadie!.

— ¡Aún así jamás los perdónaremos por lo que han hecho!. — Seiya estaba apuntó de realizar uno de sus ataques característicos, hasta que tú y Shun lo detuvieron.

— Espera Seiya. — murmuró el caballero de Andrómeda, al momento en el que tú tomabas su hombro ora detenerlo. — ¿cual es la verdad de la que hablas?.

— Jamás nos perdónaremos. — bajo la mirada. — todo fue por esto. — este tomó los restos de sangre de Saori. —¡Sagrada armadura! Después de 243 años, es hora de volver a la vida, ¡con la sangre de la gran diosa Athena!.

  Este elevó sus palmas llenas de sangre de la diosa, para que pocos segundos después estas se colocarán en un color dorado, y se dirigieran hacia la gran estatua Sagrada de Athena. Dicho esto, aquella estatua comenzo a emanar un color dorado intenso.

— ¿Desaparecio?. — murmuraste tras observar que aquella estatua ya no se encontraba allí.

— La estatua no desaparecio, miren nuevamente de cerca. — pidió este, así que a momento aquel quinteto se acercó hasta observar que la estatua se encogió. — esa es la gloriosa armadura de Athena, así como sus propias armaduras necesitan sangre para poder repararse, la Sagrada armadura de Athena requiere de la sangre de la misma diosa para poder regresar a la vida.

— ¿La sangre de Athena?. — cuestionó Seiya.

— Para poder pelear y ganar contra Hades, Athena debe de usar su armadura. — explicó Shion. —Así es como Hades vino hacia nosotros. Nos hizo una oferta, si le traíamos la cabeza de Athena, nos liberaría del mundo de los muertos y nos daria la vida eterna. Finjimos aceptar su oferta, solo para regresar al santuario. Todo fue para obtener la armadura de Athena, solo para eso.

— Entonces solo se arriesgaron para darle la armadura a Athena. — agregaste después de analizar lo anterior.

— Así es. La exclamación de Athena a pesar de estar prohibida se condenaron con ello, tuvieron que esconder la verdad de Hades aún cuando implicaba caer en la desgracia eternamente ¡pueden ustedes imaginar su dolor!. — exclamó Shion, provocando que una sensación de tristeza te atacará.

— ¿Que se supone que debemos de hacer ahora?. — cuestionó Seiya hacia aquel ex caballero.

— Es tiempo de la venganza. Como Patriarca les ordenó que vayan al castillo de Hades y destruyanlo. — exclamó Shion.

  El santuario se estaba destruyendo sin el Cosmo de Athena, o al menos eso es lo que había explicado Shion.

— Prepárense, ahora si la verdadera batalla esta por comenzar. — comentó el ex caballero dorado de Aries. — Athena y Shaka, ¿como es posible aún no se han rendido?.

— ¿Pero Athena y Shaka no estaban muertos?. — cuestionaste.

— Athena esta muerta... — este cayó en las escaleras, cosa que había alarmado a los demás caballeros, de esta manera ellos se acercan hacia Shion. — eso es solo la vida temporal que nos dio Hades, son solo doce horas. Pronto me convertiré en polvo. Pero, antes de eso, hay algo que debo darles. — este lanzo la sangre se Saori en su dirección. — también las armaduras de ustedes.

  Apesar de que tu armadura no había recibido ninguna daño cercano, obtuvo una gran mejora.

— Sus armaduras han sido renacidas gracias a la sangre de Athena. Sus últimas armaduras, y las más poderosas. — este gruño, debido al dolor en su cuerpo. — ¡ustedes deben ir inmediatamente al castillo de Hades!.

— Esta bien. — murmuró Seiya.

— Aún pueden seguir los rastros de los cosmos de los caballeros dorados. — alzó su mano dejando a la vista la pequeña estatua. — entreguenle esta armadura a Athena, deben asegurarse cueste lo que cueste que ella reciba aquella armadura.

— Así será, llevaremos la armadura a Athena. Tienes la palabra de los caballeros. — murmuró Seiya después de tomar aquella armadura para Athena.

— ¡Vayanse ahora! No hay tiempo que perder. — exclamó Shion.

— Me quedaré aquí, después de todo debo de estar aquí para cuidar lo que queda del Santuario. — se dirigió hacia los demás. — buena suerte.

  Los Caballeros se habían dado miradas de reojo, para al instante gracias a sus cosmos y a las nuevas armaduras, dirigirse hacia el castillo de Hades.

— Tú, tú no eres aquella diosa a la que yo alguna vez conocí. — Shion observó a la chica de cabellos rubios.

— No. Porque yo al igual que tú, sólo estoy cumpliendo con una misión. — aquella chica se dirigió hacia en donde se encontrabas las ruinas de la cámara del Patriarca.