Cap. 4 - La broma a la cabaña 10

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Ahí se encontraba Alex, tenía cara de súplica y temor, pero seguía teniendo esa sonrisa tan peculiar suya (debo admitir que muy linda).

Miré al cielo, el clima era frio y aún estaba oscuro ¿Qué hora sería?

El rubio traía puesto una chaqueta de color azul y su camiseta naranja del campamento empapadas, sin olvidar que su pantalón estaba igual. Pero... no habia llovido, solo estaba ligeramente nublado.

-Dime que me levantaste para algo que valiera la pena -le dije apoyandome en el marco de la puerta-, porque si no es así empieza a correr ahora, no soy de las personas que madrugan.

Alex solo me miró y se quedó callado, mordió su labio algo nervioso.

-Hablo enserio Alex, ¿Qué haces aquí? Son las... - Busqué con la mirada un reloj y vi la hora- cuatro y cuarto de la madrugada. Más te vale tener una buena excusa para esto.

-Te explico luego ahora debo esconderme -me suplicó-. Por favor, ya mismo vienen.

-Eh... Claro, pasa -me hice a un lado para que pasara.

Él entro y suspiró. Yo por mi lado cerré la puerta y lo miré esperando una explicación.

-¿Y bien? -pregunté-. ¿Qué es tan importante?

-Oh, cierto. Es que veras, estaba en mi cabaña y escuché el rumor de una broma que habían hecho Connor y Travis. Y dije ¿por qué no hacerla? Y bueno la hice. Al principio resultó divertida, pero luego la cosa se puso fea y ahora me buscan, ah, también me quieren asesinar ¿lo comenté? - dijo muy rápido que apenas le entendí.

-Entonces, hiciste una broma y ahora te están persiguiendo.

-Exacto.

-¿A quién le hiciste la broma?

-A la cabaña de... -sonó la puerta-. ¡Por Zeus! No pensé que se atrevieran a venir aquí... Sin ofender, es que la mayoría no lo tiene un gran cariño a Nico, ya sabes con eso de ser Hijo de Hades. ¡Bueno, luego te digo ahora me tengo que esconder! Iré allá.

Dicho esto salió corriendo al armario, cerró la puerta y yo en cambio abrí la de la entrada.

Ahí en frente de ella estaban 6 chicas realmente furiosas.

La qué mas me llamó la atención fue una rubia de ojos azules vestida de una manera un poco... ¿extravagante? ¿expuesta? ¿Qué acaso no le da frío?

-¿Dónde está? -dijo ella empujandome mientras entraba como si fuera su casa.

-Primera bájale dos rayitas a tu volumen, segundo se pide permiso para entrar y tercero ¿De quién hablas?

-De Alex -me miró-, y tú no eres nadie para que me hables así.

-Yo te hablo como se me pegue la gana, no eres nadie para mandarme.

-Soy Liliana, hija de Afrodita; la líder de la cabaña 10. Creo que eso es suficiente.

-¿Y eso qué? Para mi puedes ser la reina de las enchiladas mas ricas del mundo, eso no te da derecho a hacer menos a los demás. Así que te llevas a tus amiguitas y sales de aquí o sino yo las saco.

Algunas chicas se miraron unas a otras nerviosas. Me habían reconocido.

-Oblígame -me retó Liliana.

Me acerqué a ella, quizás me ganara en edad, pero en altura no mucho.

-Créeme que vengarte de Alex va a ser lo menos importante cuando acabe contigo.

La hija de semidioses (Percy Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora